Revista de Comunidades Educativas 127 Revista de Comunidades Educativas De La Salle 127 | Page 43

Comunidades educativas Reflexionemos nández, Miguel Agustín Hernández, José Luis Guerrero, Benjamín Cárabes, Ramiro Montaño. Era agosto de 1972 cuando los Herma- nos lasallistas, por circunstancias di- versas, entregan el Instituto Laguense al Obispo de la Diócesis Javier Nuño, junto con otras obras que dolorosa- mente, deciden dejar. Pasan una serie de maestros laicos que tomaron la di- rección. Son recordados nombres como Juan Manuel Torres, Javier Eduardo Ro- dríguez, Ramón Gárate, todos ellos con formación lasallista; y asesorados por el centro del distrito. 2. Hoy En 2003 inicia una nueva etapa de la historia del Laguense: después de mu- cho analizarlo y discernirlo, a petición constante de un significativo grupo de padres de familia y maestros, como resultado de varios encuentros y diá- logo, ¡se decide que vuelvan los HH a hacerse cargo del Instituto Laguense! Es recordado por la mayoría cuando llega el H. Gerardo Dávila que, después de estar solo, viene el tan recordado H. Domingo Villamil. De aquí parte de mi- sionero a Japón. El H. Antonio Sánchez, toma la dirección después, haciendo comunidad con los HH Andrés Duchateau y Ramiro Montaño que vuelve a su querido Lagos. Viene lue- go el H. Daniel Novelo, aportando cada uno su dones y talentos. Asume la direc- ción el H. Héctor Javier Ramírez, quien nos dejó en el ciclo escolar pasado. En el presente, en la tónica con los nue- vos impulsos asociativos a nivel interna- cional, impulsando la familia lasallista, promoviendo el laicado cristiano, en el espíritu de asociación que nos ha anima- do desde los orígenes, como ‘laboratorio del nuevo lasallismo’, asume la dirección Manuel Durón, maestro laico, que hace comunidad con los HH José Luis Esqui- bel, Fernando Alvarado y el prenovicio Cutberto Quimari, joven universitario, indígena rarámuri que quiere abrazar el estilo de vida de FSC, continúa su proce- so de formación en esta comunidad edu- cativa del Laguense. 3. ¿Siempre? Nos enfrentamos a nuevos retos: la tradición, el legado del pasado, sem- brado con pasión, con ardor, con celo ardiente; inspirados por la fe, forma- mos fraternidades laicos y religiosos, para ser un signo de Dios en el corazón del mundo, al que tanta falta le hacen espacios que lleven a Dios al corazón del mundo. En esta sociedad cada vez más secular, menos religiosa, donde el Evangelio está tan reducido a lo priva- do, desconectado de la comunidad. Queremos transmitir la fe a las nuevas generaciones de niños, jóvenes y adultos; cobijar el fuego bajo las cenizas, cuando arrecien los vientos fríos, para que las ge- neraciones del futuro puedan encender de nuevo el fuego que tanta luz y calor proporciona a la vida. ¡Tú, yo, nosotros, somos el presente De La Salle! ¡Tenemos la bella y desafiante responsa- bilidad de que esta antorcha, que ha re- corrido más de tres siglos y medio en el mundo y 65 años en Lagos, siga siendo vigente, actual, significativa! Ser De La Salle es asumir esta misión de llevar a Cristo, que es sal y luz, al mundo de la educación. Ser De La Salle es ser proactivo, no destructivo ni pasivo que solo recibe y critica Ser De La Salle requiere formarse, su- mergirse en los manantiales inagota- bles de nuestro Fundador. NO ES LO MISMO SER DE LA SALLE, QUE ESTAR EN LA SALLE. 41