Considerando que los recursos disponibles en contextos presenciales y virtuales son diferentes y atendiendo además a lo novedoso que pueden resultar los entornos virtuales de enseñanza y aprendizaje, sobre todo para quienes tienen sus primeras experiencias de aprendizaje a distancia, sería ideal que las percepciones de los estudiantes puedan diferir de la educación tradicionalista, que está quedando relegada por las grandes fuentes de información que se obtienen por medio del internet, siendo este la piedra angular para la formación virtual.
En este caso, puede que la novedad que representan los distintos recursos en entornos virtuales así como la mayor autonomía que permiten, jueguen en favor de percepciones más positivas, abran el paso a nuevas corrientes y paradigma en relación a la forma de aprender y enseñar en este nuevo siglo XXI.
Autor: MSc. Davinson Nieves
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reseñado por Perkins, (1996), o lo que es lo mismo, del sujeto en interacción con el ambiente, los entorno tecnológicos y demás personas que contribuyen en la construcción del conocimiento de manera compartida y colaborativa. Así pues, no se desvirtúa el propósito que el estudiante trabaje y se comprometa con el aprendizaje, esto en base a la creación de las estrategias más adecuadas en el entorno virtual, además de la formación comprometida del alumno en su proceso cognitivo.
Sería importante crear contextos adecuado para que ello suceda; es decir, entornos, semi-presenciales o virtuales, que los estudiantes perciban como ricos en conocimientos, variados en recursos, creativo y amigables. Esto conlleva a dejar de considerar el uso del pupitre y la pizarra, y emprender el camino hacia un nuevo paradigma tecnológico, que permita emular el funcionamiento de la clase, lo que se traduce en el uso de los chat, video conferencias (por medio de hangout y skey), que resultan tan provechoso como las pizarras, desde la comodidad de cualquier sitio sin necesidad de contar con pupitres, sino de un equipo tecnológico y conexión a internet.
Por lo que hay que considerar, que la comunicación que se permite dentro de estos entornos suele ser sincrónica y asincrónica, depende sea el caso, pero con la ventaja de ampliar las fuentes de consulta y discusión, generando la
Es en este sentido tradicionalista que, las aulas son vistas como el único entorno en el cual el desarrollo del conocimiento es obtenido, no obstante, Córdoba (2010) nos habla de las aulas sin paredes, donde el conocimiento se centra en el autoaprendizale, por medio la las herramientas que se proporcionan en el internet, obteniendo un aprendizaje desmonopolizado, por medio de una enseñanza sistémica y sincrónica, que brindan los nuevos entornos del proceso. Conforme a estos planteamientos, pareciera que la actividad intelectual se comprende mejor cuando se la ubica en un sistema de la persona más que, el del entorno, esto en relación a lo