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LA AVENTURA DE PEDROCHO
Un día en casa de Pedro , suenan golpes del que él no se da cuenta , ya que era un señor muy dormilón que siempre estaba acostado y durmiendo . Cada vez sonaban más fuertes , hasta conseguir que se levantase ; venían de su puerta y era el cartero que venía a entregarle a una tarjeta postal . Pedro al recibir la tarjeta y leerla , descubrió que era algo misterioso o que alguien le estaba gastando una broma . en ella ponía : “ Buenas tardes , Don Pedro , sin dar el cante de esto , tengo el valor de decirte que debes de ir a la playa que está al lado de tu casa . Sabes que en una zona concreta hay varios peces , sigue las huellas para dar con la llave que tienes que recibir . Eso sí , tú no dejes huellas …” Pedro enseguida se vistió y se preparó para irse , quería descubrir si era todo una broma o tal vez una persona secreta con algo en secreto . Al llegar a la playa pasó por la zona que no era , él era así de travieso y curioso . Como vio algo moverse por allí , se acercó , se agachó en donde las plantas y , de repente , le saltó una abeja volando hacia él . - ”¡ Esto me pasa por enterado !”, decía asfixiado . Continuó su camino en busca de huellas y siguiendo las flechas que guiaban cada camino .
Al continuar con su trayectoria por fin había llegado al sitio que era . Había varios tipos de huellas : de pies , de perros y hasta de escarabajos . Pedro se lo estaba tomando en serio , ya que , fuese lo que fuese , sabía que iba a ser algo importante , porque estaba bastante trabajado . Al llegar a la zona donde estaban reunidos todos los peces , vio algo que brillaba con escándalo , era esa llave que necesitaba para poder abrir la cajita que estaba al lado . Dentro de la caja , simplemente había una nota y decía : “¡ Feliz cumpleaños Pedrocho ! Por fin pudimos sacarte de casa y que al menos hicieras algo de ejercicio , aunque solo fuese un paseo , esto nos sirvió para tenerte entretenido y poder realizarte una sorpresa en casa , grandullón . Tú que tan lambón eres , da la vuelta que esto sí que te va a gustar de verdad , supongo que ya sabes quiénes somos . Te esperamos , ¡ corre !”. A Pedro se le puso una sonrisa de oreja a oreja , sabía muy bien que era su familia ya que eran los únicos que les llamaba Pedrocho y los únicos que se preocupaban por él . De vuelta a casa , pensó en lo cabritos que eran y lo bien que se la jugaron , pero ahora era momento de ver que lo hicieron por una cosa bastante buena y que , según él , necesitaba comer esa tarta después de haber hecho el recorrido y desgastarse . Pedro era mucho Pedro y a su casa se iba él con su cara de felicidad .
Zuleyma López Mira 1 º BAC