El recuerdo de Villa Escarabajo
tarde del domingo parecía que iba a ser tranquila . Después de una semana entera trabajando en la ciudad me alegró recibir la tarjeta postal de mis padres . El paisaje que había impresa en ella me recordó a las tardes calurosas de verano de mi infancia . Nuestro pueblo era uno de los más bonitos de Galicia sin ninguna duda .
Siempre discutíamos sobre lo que pasaría cuando me independizase y por mucho que me cueste admitirlo tenían razón . Echaba de menos mi pueblo , el ritmo de vida que llevaba en la ciudad era agotador . No me lo pensé dos veces , cogí la llave del coche y comencé el trayecto hacia mi tan deseado destino . En cuestión de dos horas ya podía ver a lo lejos la flecha que tenía guardada en la memoria que señalaba la entrada del pueblo , Villa Escarabajo . El nombre no era ni el mejor del mundo ni tampoco el más ingenioso , pero la historia que escondía detrás hizo que esbozara una muy sincera sonrisa .
Aparqué mi coche lejos de la casa de mis padres , para así poder cumplir mi misión de darles una sorpresa . Al llegar a la entrada de nuestra casa descubrí que el descansillo estaba lleno de huellas de barro y que el culpable no podía haber sido otro que mi perro , Toby , que descansaba medio adormecido en su caseta . Me paré a observar el paisaje . Me encantaba el olor a campo y el ruido tan tranquilizador que tenía este . El zumbido de las abejas se podía apreciar sin tener que hacer hincapié en él , y el sonido relajante del río lleno de esos peces de colores que tanto me gustaban de pequeña hacía que me olvidase de todas mis preocupaciones . Sabía que estaba en mi lugar favorito de todo el universo y lo estaba apreciando tanto como podía .