Revista Crece "Paternidad" | Page 16

HOMBR E S Te mostraré lo grave que puede ser la atadura de una fortaleza. B obby Apon solía cantar en NewSong, uno de los principales grupos de música cristiana de los Estados Unidos. Pero luego se volvió adicto a las llamadas pornográficas de marcado directo. Bobby gastaba 435 dólares al mes en llamadas a estos números. Podrías decirme: «Habrá sido un tipo no muy agraciado, ¿verdad?». No, no realmente. Si lo hubieras visto en el escenario, no había nadie más guapo que él en el auditorio. Tenía una bella esposa y ocho hijos maravillosos. Y, sin embargo, Bobby quedó atrapado en las llamadas pornográficas. Lo descubrí después de predicar en Euless, Texas, para una conferencia bíblica, donde NewSong acababa de presentarse. Cuando el grupo cantó, oí a la multitud comenzar a gritar: «¡Viva Jesús!». Pero cuando Bobby pasó al frente, sonaba mucho más a «¡Viva Bobby!». En el escenario, algunos de sus movimientos provocativos realmente me entristecieron. Aquella noche volví inquieto a mi habitación d el hote l . Cad a vez q u e m e d e s p e r t a b a , lo s pens am i en to s s o b re e l c o n c i e r t o me pe rtu r b ab an . Temprano a la mañana siguiente, le envié un mensaje: «¿Podríamos desayunar juntos, Bobby?». Cuando nos encontramos, le comenté lo que había observado la noche anterior y que mi corazón se había afligido. Le dije que lo amaba y que la única razón por la que quería hablar con él era porque realmente me preocupaba su vida. 16 Bobby no apreció mis esfuerzos. Se enfadó y me llamó legalista y crítico. «Deberías ocuparte de tu propia vida», dijo enfurecido. No me lastimó, gracias a Dios, aunque más tarde me dijo que quiso lastimarme. Me sentí mal por su reacción y pensé que no debería haberle dicho nada. Alrededor de dos semanas más tarde, Bobby llamó para pedir una cita en mi oficina. Cuando nos sentamos a hablar, me preguntó cómo sabía de sus luchas sexuales. Le dije que no lo sabía, pero pensé que estaba caminando en un terreno peligroso y que podía terminar en un lugar al que probablemente no quería ir. Fue entonces cuando me habló de su adicción a los servicios pornográficos de marcado directo. Francamente, ni siquiera tenía el conocimiento adecuado para hablar de la situación de Bobby. Pero de todos modos traté de ayudarlo, le di el mejor consejo que pude y oré con él. Después se fue. No vi mucho a Bobby después de eso, excepto cuando me lo cruzaba en la carretera. Pero al año más o menos, vino a verme de nuevo, esta vez para confesarme su adulterio. Resultó que a través de esas llamadas telefónicas, una mujer anónima le dijo cómo encontrar una pareja dispuesta para una aventura amorosa. Así que llamó a una mujer de otro estado, donde tenían un concierto con su grupo y organizó todo.