Independientemente de las razones que llevan a este
gobierno a decidir cancelar obras de gran relevancia
contratadas en administraciones anteriores, una
característica particular de estos procesos, es evitar
llegar a tribunales y más aún, a mecanismos arbitrales.
Así ha sido la negociación con los contratistas e inversionistas
en el cancelado aeropuerto en Texcoco,
también en el cambio de precio y condiciones del
transporte en los gasoductos contratados por CFE y
en la actual negociación con inversionistas extranjeros
por la suspensión de plantas de generación de
energías limpias. Por medio de la conciliación y la
mediación –nada por la fuerza, todo por la razón–,
el presidente evita el riesgo de tener que sujetarse a
una sentencia que seguramente iría en contra de su
férrea política.
En plena pandemia, el rezago en materia de inversión
pública en clínicas y hospitales, así como en el suministro
de equipo hospitalario y medicamentos, obligó
al estado a implementar políticas de salud pública
que tienden a terminar las obras que se encontraban
abandonadas o suspendidas, a renegociar precios
en suministros y buscar otros canales de distribución
de medicinas que resulten más económicos; todo bajo
el precepto de reducir costos, negociando y eliminando
intermediarismos.
La inversión en materia de obra pública y, particularmente
en la de Infraestructura Carretera, se ha visto
disminuida en estos dos últimos años. El gobierno ha
canalizado los recursos a obras de mantenimiento
preventivo y periódico, pero ha reducido el de obras
nuevas; y la razón sigue siendo la misma, falta de recursos
económicos por disminución en los ingresos y
una corrupción extrema. Sin embargo, se prioriza y se
crean nuevas inversiones como el aeropuerto en la
base de Santa Lucía, el tan famoso Tren Maya y la
emblemática Nueva Refinería en Tabasco que, según
el plan del gobierno, hará que México tienda a la autosuficiencia
energética y a disminuir el precio de la
gasolina –otra promesa proselitista que se tendrá que
cumplir-.
Resiliencia
La ingeniería mexicana y por qué no, la extranjera que
opera en México, ha demostrado una gran resiliencia
ante múltiples factores, como diversas decisiones
gubernamentales; problemas sociales de inseguridad;
fenómenos meteorológicos adversos; y ahora