Revista Consultoría Edición Especial 2020 Edición Especial No. 11 | Page 68

Comentarios del sector - Comunicaciones y Transportes toca añadir la emergencia sanitaria nacional por Covid-19, que aún y cuando los semáforos tienden a prender en color verde, en definitiva muchas de las actividades que antes se realizaban de una manera, ahora tendrán que realizarse de otra, y no solamente por la pandemia, también por un cambio drástico y express en materia tributaria, laboral, salud y seguridad. Afortunadamente, en el marco de la emergencia sanitaria para evitar la propagación del Covid-19, la construcción ha sido considerada como una activdad esencial, más por la activación económica que provee, que por alguna otra razón; sin embargo, aún así no está exenta de establecer protocolos suficientes para proteger la salud. La construcción en sí misma, es una de las actividades en donde se crea un ambiente de fácil propagación, en particular, el de carreteras que se vuelve todavía más vulnerable a propagar contagios debido a la conexión entre diferentes ciudaddes. La ingeniería mexicana enfrenta (como en otras ocasiones el efecto de los sismos, inundaciones y huracanes) un reto más para continuar con su importante labor de proteger a toda costa la salud y la seguridad de quienes laboramos en ella. La Industria de la Construcción con apoyo en las empresas de Consultoría, tiene que llevar a cabo una reingeniería en sus procesos, que tiendan a mantenerse y a crecer como uno de los principales motores de la inversión y bienestar social. Debe considerar en sus presupuestos la incorporación de equipo, así como de recursos humanos para vigilar los protocolos de seguridad especial, además de los que ya se venían implementado, como el caso de protección ecológica, separación de desechos y disminución del uso de la madera. Aspecto importante es la seguridad pública, en la que se sabe -desde hace mucho tiempo- que para el traslado de materiales y personal a distintas obras, se requiere pagar el derecho de paso y/o el derecho de piso para la ejecución de la obra. Estos gastos, por supuesto sin comprobante y sin posibilidad de deducción, tienen que ser absorbidos por el constructor. La disminución de la dinámica económica por efecto de la emergencia sanitaria, no necesariamente incrementará estos actos, pero de cualquier manera son parte de la serie de obstáculos a vencer. Otro efecto importante en el marco de los protocolos contra la propagación del Covid-19 es la llamada “Sana Distancia”, que en la ejecución de una obra resultará no solo difícil de controlar, sino además resultará en una reducción en el rendimiento del personal que incrementará el tiempo y el costo de la ejecución de las obras. Para concluir, la política del actual gobierno se centra en primerísima instancia en la eliminación a toda costa de la corrupción que -según su estrategia- deberá procurar mayor ingreso disponible, y por consiguiente la facilidad de redistribuir ese ingreso, eliminando paulatinamente la enorme brecha económica entre la población mexicana, sin necesidad de seguir endeudando al país. Esta administración se muestra como un gran gobierno socialista, pero inmerso en un país capitalista al que intenta recomponer, equilibrando los ingresos con medidas rápidas e incluso radicales. Lo que sí es un hecho, es que la construcción en México tendrá que aprender a transitar en la nueva normalidad, por lo menos sexenal y mientras se controlen los efectos de la pandemia, haciendo re-ingeniería, tratando de no quedarse detenida en el camino. 66 REVISTA CONSULTORÍA EDICIÓN ESPECIAL