Comentarios del sector - Comunicaciones y Transportes
toca añadir la emergencia sanitaria nacional por
Covid-19, que aún y cuando los semáforos tienden
a prender en color verde, en definitiva muchas
de las actividades que antes se realizaban
de una manera, ahora tendrán que realizarse de
otra, y no solamente por la pandemia, también
por un cambio drástico y express en materia tributaria,
laboral, salud y seguridad.
Afortunadamente, en el marco de la emergencia
sanitaria para evitar la propagación del
Covid-19, la construcción ha sido considerada
como una activdad esencial, más por la activación
económica que provee, que por alguna
otra razón; sin embargo, aún así no está exenta
de establecer protocolos suficientes para proteger
la salud. La construcción en sí misma, es
una de las actividades en donde se crea un ambiente
de fácil propagación, en particular, el de
carreteras que se vuelve todavía más vulnerable
a propagar contagios debido a la conexión entre
diferentes ciudaddes. La ingeniería mexicana
enfrenta (como en otras ocasiones el efecto
de los sismos, inundaciones y huracanes) un reto
más para continuar con su importante labor de
proteger a toda costa la salud y la seguridad de
quienes laboramos en ella.
La Industria de la Construcción con apoyo en las
empresas de Consultoría, tiene que llevar a cabo
una reingeniería en sus procesos, que tiendan a
mantenerse y a crecer como uno de los principales
motores de la inversión y bienestar social.
Debe considerar en sus presupuestos la incorporación
de equipo, así como de recursos humanos
para vigilar los protocolos de seguridad especial,
además de los que ya se venían implementado,
como el caso de protección ecológica, separación
de desechos y disminución del uso de la
madera.
Aspecto importante es la seguridad pública, en
la que se sabe -desde hace mucho tiempo- que
para el traslado de materiales y personal a distintas
obras, se requiere pagar el derecho de paso
y/o el derecho de piso para la ejecución de la
obra. Estos gastos, por supuesto sin comprobante
y sin posibilidad de deducción, tienen que ser
absorbidos por el constructor. La disminución
de la dinámica económica
por efecto de la emergencia sanitaria,
no necesariamente incrementará estos
actos, pero de cualquier manera
son parte de la serie de obstáculos a
vencer.
Otro efecto importante en el marco
de los protocolos contra la propagación
del Covid-19 es la llamada “Sana
Distancia”, que en la ejecución de
una obra resultará no solo difícil de
controlar, sino además resultará en
una reducción en el rendimiento del
personal que incrementará el tiempo
y el costo de la ejecución de las obras.
Para concluir, la política del actual
gobierno se centra en primerísima instancia
en la eliminación a toda costa
de la corrupción que -según su estrategia-
deberá procurar mayor ingreso
disponible, y por consiguiente la facilidad
de redistribuir ese ingreso, eliminando
paulatinamente la enorme
brecha económica entre la población
mexicana, sin necesidad de seguir endeudando
al país.
Esta administración se muestra como
un gran gobierno socialista, pero
inmerso en un país capitalista al que
intenta recomponer, equilibrando los
ingresos con medidas rápidas e incluso
radicales. Lo que sí es un hecho, es
que la construcción en México tendrá
que aprender a transitar en la nueva
normalidad, por lo menos sexenal y
mientras se controlen los efectos de
la pandemia, haciendo re-ingeniería,
tratando de no quedarse detenida en
el camino.
66 REVISTA CONSULTORÍA EDICIÓN ESPECIAL