REVISTA CONSULTORIA 89 Las Mejores Consultoras en TI 2020 Revista Consultoría #89 Abril Suplemento TI | Page 50
Automatizar los procesos de negocio implica:
•
Un conocimiento y análisis profundo de los
mismos, con una mentalidad abierta a descubrir
lo que estamos haciendo bien, lo que estamos
haciendo mal y lo que no estamos haciendo.
•
Involucrar al personal de todos los nive-
les de nuestra empresa, no solo al directivo sino
también al nivel operativo, este es quizá el más
importante, ya que se encuentra a nivel de can-
cha y tiene una percepción quizá más clara de
cómo se hacen y cómo se deberían llevar a ca-
bo cada uno de los procesos de negocio.
•
La participación de la alta gerencia es
indispensable, al fin y al cabo es quien va definir
cuáles son los objetivos que se deben de cumplir
con la ejecución de procesos.
La facturación electrónica fue la pri-
mera iniciativa que obligó a las em-
presas aún renuentes y sin importar el
tamaño a introducir la automatización
en un proceso de negocio, y por lo
tanto a sistematizarlo prácticamente
al mismo tiempo, si observamos a la
recepcionista del doctor que solicita
los datos al paciente, envía la infor-
mación recabada al contador y este
a su vez manda la factura vía correo
electrónico al paciente, es un claro
ejemplo de un proceso de negocio
perfectamente sistematizado y auto-
matizado, el mismo principio aplica
para una empresa de venta al detalle
qué factura cientos de transacciones
en todas sus sucursales a lo largo y an-
cho del país.
•
Incluir a profesionales externos a nues-
tra empresa, ya sea consultores o asesores con
el conocimiento y experiencia de procesos de
negocio entre otras habilidades, es importante
y prácticamente imprescindible su participación
si queremos tener éxito en esta tarea, y así evi-
tar la ceguera de taller y ser objetivos, pues no
podemos ser juez y parte en este proceso de
evaluación.
Software como solución, no es suficiente
Una vez que el proceso de negocio ha sido siste-
matizado adecuadamente, es el momento pa-
ra elegir una solución tecnológica que permita
automatizarlo, aunque en algunas ocasiones la
sistematización del proceso se puede llevar a ca-
bo al mismo tiempo que la automatización, hay
que cuidar de no caer en el error de creer que
una solución de software proveerá por sí misma
de la sistematización.
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En conclusión, podemos decir que la
sistematización y automatización de
los procesos de negocio son el claro
ejemplo de la sinergia empresarial sin
importar tamaño, giro o nivel de madu-
rez de la empresa, ya que el resultado
de estas dos actividades en conjunto
potencializan exponencialmente el
resultado que podrían dar de forma
individual –si fuera posible-, además la
administración de los procesos de ne-
gocio a lo que nos lleva esta práctica
son indispensables para un proyecto
de reingeniería, la implementación de
una solución de software e inclusive
para la creación, actualización o re-
definición de un plan de negocios.