REVISTA CONSULTORIA 89 Las Mejores Consultoras en TI 2020 Revista Consultoría #89 Abril Suplemento TI | Page 21
pero además, con una crisis de las ca-
racterísticas que hoy tenemos nos obli-
ga a replantear, ¿cómo le hacemos
con la familia?, ¿cómo le hago yo?
Un plan para cada actor
Lo anterior nos lleva a proponer la exis-
tencia de un plan de continuidad para
cada actor, es decir, personal, familiar
y empresarial. Un plan de continuidad
debe cumplir con lo siguiente:
Proteger los intereses de los –intere-
sados-: personas, socios, familia, clientes y
negocio mismo.
Cuidar la imagen.
Identificar puntos fuertes y débiles.
Analizar la infraestructura disponible y
los canales de comunicación.
Identificar el mecanismo para restable-
cer los servicios.
Contar con alternativas viables a todos
los procesos críticos.
En pocas palabras, un plan de con-
tinuidad es contar con la “maleta
de emergencia” para que todo siga
operando en los desastres y contin-
gencias. Este plan debe ser elaborado
cuando hay tranquilidad y debe ser
conocido por todos e incluso ensaya-
do como los simulacros, de manera
que se garantice la continuidad de la
vida misma y por supuesto la opera-
ción del negocio.
Pues manos a la obra, comencemos a
preparar el plan de continuidad de tu
persona, familia y negocio, los pasos a
seguir son:
1.
Realizar un análisis de la situación y
planear. Consiste en realizar un informe de los
impactos que tendría la interrupción de las
actividades. Con base en este informe, hay que
identificar los procesos críticos involucrados con
dichas actividades y priorizar la atención de
dichos procesos para su recuperación.
Los aspectos básicos que hay que identificar son:
A.
En mi persona: tranquilidad, seguridad,
salud, integridad, es decir, checar mi situación
personal para hacer frente a la contingencia.
B.
En la familia: organización, orden, distri-
bución de las tareas, convivencia, percepción
de las distintas realidades, infraestructura con la
que se cuenta, número y perfil de miembros que
la integran.
C.
En mi empresa: personal requerido, áreas
de trabajo, registro, respaldos de información,
aplicaciones, sistemas, seguridad, recursos dis-
ponibles, infraestructura, etc.
El plan deberá definir el mecanismo detallado a
seguir para atender lo antes posible las deman-
das de todos los interesados durante y después
de una contingencia de cualquier tipo: pande-
mia, terremoto, huracanes, explosiones, entre
otras.
2.
Mantener bajo control el daño. En esta
etapa se pone atención en las áreas que repre-
sentan para los interesados el mayor activo, esas
que no se pueden detener. Hay que considerar
que ante una contingencia se debe recuperar
de inmediato la información, la cual permita
seguir operando desde cualquier lugar. A esto
se le conoce como Plan de Recuperación de
Desastres o “Disaster Recovery Plan (DRP). En esta
etapa se debe considerar una combinación de
medidas preventivas, detectivas y correctivas,
que permitan eliminar o minimizar la amenaza y
sus efectos. Tener papeles a la mano, asegurar
la integridad de todos los involucrados, no arries-
garse y mantener la calma.
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