Moon, Una Nueva
Esperanza
El nuevo presidente trae renovados aires a
ese país y un tono conciliador hacia el
exterior.
Nuevos aires se respiran en Corea del
Sur por el triunfo del liberal Moon Jae-
in, tras el convulso periodo que
envolvió al país por el escándalo de
corrupción de la ‘Rasputina’, que
terminó llevando a la presidenta Park
Geun-hye a su destitución.
Moon, que recogió las frustraciones de
los miles de coreanos que salieron a las
calles a pedir la dimisión de la
mandataria por los líos desatados por
la muy cercana amiga de la presidenta
y su exigencia de pagos a los grandes
conglomerados industriales del país,
convirtió en esperanza esos
sentimientos y logró llegar al poder
hablando de hacer la paz con su vecina
Corea del Norte y de conjurar las
tensiones con China y con Estados
Unidos, por la instalación de un
sistema antimisiles (Thaad) que Pekín
considera pone en riesgo su seguridad
nacional.
Y por supuesto, también de
tender lazos hacia Japón por las
viejas divergencias que afloran, a
menudo relacionadas con su
pasado colonialista. De hecho, el
premier japonés Shinzo Abe
ofreció su cooperación para
enfrentar los desafíos comunes,
en clara alusión a la amenaza
norcoreana.
“Asumo este cargo con las manos
vacías y dejaré el cargo con las
manos vacías”, dijo Moon al
prometer incorruptibilidad, y
también apuntó que está
dispuesto a viajar a Pyonyang, la
capital norcoreana, para buscar
una salida pacífica al conflicto
que los tiene oficialmente en
guerra hace décadas y también
por el peligro inminente que se
percibe por el veloz programa
nuclear del dictador Kim Jong-
un.