Introducción
En el actual contexto empresarial cubano, la consultoría se está convirtiendo en un instrumento
de vital importancia para lograr el mejoramiento del desempeño gerencial en las empresas.
No obstante, las organizaciones cubanas no
siempre utilizan o aprovechan al máximo las
posibilidades que brinda esta importante
vía de transformación, que puede contribuir
de forma expedita a elevar la eficacia y la
eficiencia de su gestión.
La consultoría constituye el proceso a través del
cual se pueden movilizar las fuerzas y activar las
reservas de inteligencia acumuladas en las organizaciones, mediante el estudio, análisis y comprensión colectiva del trabajo y de los procesos
que ocurren en las mismas, con el propósito de
diagnosticar sus insuficiencias y aciertos en áreas
de la gestión empresarial y posteriormente diseñar e implantar, un sólido programa de mejora,
capaz de asegurar su competitividad, sustentabilidad y autogestión. Este proceso se puede
convertir además, en fuente inagotable para la
innovación organizacional y la creatividad, dotando a la organización de su propia capacidad
de cambio
La experiencia organizacional muestra que la
profundidad, sustentabilidad, estabilidad y credibilidad de los cambios y mejoras que se produzcan a partir del proceso de consultoría estará
determinado por la capacidad que se tengan
para involucrar y comprometer a los miembros
de la organización, sean directivos o trabajadores en general, con la solución de los problemas
que ellos mismos deben identificar, bajo la guía
y la experticia de los consultores externos.
Es por ello, que compartimos el criterio acertado de Agustín Noriega cuando planteaba en un
artículo aparecido en la revista “Emprendedores” en 1991 que “… ya que un consultor que
sólo participa en la detección del problema y
proporciona la receta mágica de lo que se debe
hacer, sin participar ni intervenir en cómo llevarlo a cabo, es algo menos que un cero a la
izquierda.”2
La consultoría de proceso como herramienta de
gestión en la empresa cubana.
Partiendo de esta idea es por lo que el Centro
de Estudios de Técnicas de Dirección (CETED)
de la Universidad de La Habana, Cuba, utiliza la
consultoría de procesos como herramienta principal para enfrentar las necesidades, que en este
ámbitos le son planteadas por las organizaciones
de diferentes sectores de la economía cubana y
que demandan de la asesoría externa para mejorar los procesos gerenciales, por lo general,
porque los directivos de estas no cuentan con
las herramientas necesarias para convertir sus
percepciones en pasos o acciones concretas en
este sentido.
Edgar H Shein señala que la consultoría de procesos “es un conjunto de actividades que realiza el consultor para ayudar al cliente a percibir
y comprender los acontecimientos del proceso
que se presenta en su ambiente y a influir sobre ellos”.3 Sólo aquí añadir, que la experiencia
acumulada por el CETED en más de 20 añosde consultorías,revela los beneficios de emplear
equipos de consultores debido a la complejidad de los problemas a los cuales es necesario
enfrentarse hoy día en las organizaciones. La
práctica demuestra que en estas condiciones, la
efectividad del trabajo se multiplica cuando se
logra una composición multidisciplinaria en dichos equipos, a partir de los temas y problemas
a abordar.
Por lo tanto, los equipos de trabajo en el marco
de una consultoría de procesos, para que logren
la sinergia deseada y puedan finalizar de manera
exitosa, brindando una respuesta efectiva a las
necesidades planteadas por el cliente principal,
deben cumplir con los siguientes requisitos:
- Composición multidisciplinaria dentro del tema
que van a bordar.
- Predominio el enfoque sistémico en el análisis
de los problemas.
- Prevalece la confianza hacia dentro del equipo y entre los consultores externos y consultores internos.
- Prevalece el rol de facilitador que debe jugar el consultor externo en todo momento.
- Respeto mutuo entre todos los miembros del
equipo, sin celos profesionales, ni la intención
de unos de sobresalir por encima de los demás.
- Confianza, profesionalidad y plena colaboración entre los integrantes del equipo de consultores externos.
- Permanente interacción entre el equipo
de consultores externos e internos.
2 Revista Emprendedores (al servicio de la pequeña y mediana empresa). (Noviembre-Diciembre
1991). Volumen II. No. 12.Págs. 10-12.
3 Schein, E. H. (1988).Consultoría de Procesos. Recomendaciones para Gerentes y Consultores.
Volumen 2. México D.F:Addison-Wesley Iberoamericana. Pág. 35.
Revista Ciencia y Tecnología
No 5, Abril - Octubre 2013