Revista Ciencia y Tecnología Nº 5 | Page 59

Introducción En el actual contexto empresarial cubano, la consultoría se está convirtiendo en un instrumento de vital importancia para lograr el mejoramiento del desempeño gerencial en las empresas. No obstante, las organizaciones cubanas no siempre utilizan o aprovechan al máximo las posibilidades que brinda esta importante vía de transformación, que puede contribuir de forma expedita a elevar la eficacia y la eficiencia de su gestión. La consultoría constituye el proceso a través del cual se pueden movilizar las fuerzas y activar las reservas de inteligencia acumuladas en las organizaciones, mediante el estudio, análisis y comprensión colectiva del trabajo y de los procesos que ocurren en las mismas, con el propósito de diagnosticar sus insuficiencias y aciertos en áreas de la gestión empresarial y posteriormente diseñar e implantar, un sólido programa de mejora, capaz de asegurar su competitividad, sustentabilidad y autogestión. Este proceso se puede convertir además, en fuente inagotable para la innovación organizacional y la creatividad, dotando a la organización de su propia capacidad de cambio La experiencia organizacional muestra que la profundidad, sustentabilidad, estabilidad y credibilidad de los cambios y mejoras que se produzcan a partir del proceso de consultoría estará determinado por la capacidad que se tengan para involucrar y comprometer a los miembros de la organización, sean directivos o trabajadores en general, con la solución de los problemas que ellos mismos deben identificar, bajo la guía y la experticia de los consultores externos. Es por ello, que compartimos el criterio acertado de Agustín Noriega cuando planteaba en un artículo aparecido en la revista “Emprendedores” en 1991 que “… ya que un consultor que sólo participa en la detección del problema y proporciona la receta mágica de lo que se debe hacer, sin participar ni intervenir en cómo llevarlo a cabo, es algo menos que un cero a la izquierda.”2 La consultoría de proceso como herramienta de gestión en la empresa cubana. Partiendo de esta idea es por lo que el Centro de Estudios de Técnicas de Dirección (CETED) de la Universidad de La Habana, Cuba, utiliza la consultoría de procesos como herramienta principal para enfrentar las necesidades, que en este ámbitos le son planteadas por las organizaciones de diferentes sectores de la economía cubana y que demandan de la asesoría externa para mejorar los procesos gerenciales, por lo general, porque los directivos de estas no cuentan con las herramientas necesarias para convertir sus percepciones en pasos o acciones concretas en este sentido. Edgar H Shein señala que la consultoría de procesos “es un conjunto de actividades que realiza el consultor para ayudar al cliente a percibir y comprender los acontecimientos del proceso que se presenta en su ambiente y a influir sobre ellos”.3 Sólo aquí añadir, que la experiencia acumulada por el CETED en más de 20 añosde consultorías,revela los beneficios de emplear equipos de consultores debido a la complejidad de los problemas a los cuales es necesario enfrentarse hoy día en las organizaciones. La práctica demuestra que en estas condiciones, la efectividad del trabajo se multiplica cuando se logra una composición multidisciplinaria en dichos equipos, a partir de los temas y problemas a abordar. Por lo tanto, los equipos de trabajo en el marco de una consultoría de procesos, para que logren la sinergia deseada y puedan finalizar de manera exitosa, brindando una respuesta efectiva a las necesidades planteadas por el cliente principal, deben cumplir con los siguientes requisitos: - Composición multidisciplinaria dentro del tema que van a bordar. - Predominio el enfoque sistémico en el análisis de los problemas. - Prevalece la confianza hacia dentro del equipo y entre los consultores externos y consultores internos. - Prevalece el rol de facilitador que debe jugar el consultor externo en todo momento. - Respeto mutuo entre todos los miembros del equipo, sin celos profesionales, ni la intención de unos de sobresalir por encima de los demás. - Confianza, profesionalidad y plena colaboración entre los integrantes del equipo de consultores externos. - Permanente interacción entre el equipo de consultores externos e internos. 2 Revista Emprendedores (al servicio de la pequeña y mediana empresa). (Noviembre-Diciembre 1991). Volumen II. No. 12.Págs. 10-12. 3 Schein, E. H. (1988).Consultoría de Procesos. Recomendaciones para Gerentes y Consultores. Volumen 2. México D.F:Addison-Wesley Iberoamericana. Pág. 35. Revista Ciencia y Tecnología No 5, Abril - Octubre 2013