Revista Caracter 2 - 2014 Vol. 2 | Page 85

riales del Ecuador, especialmente en la zona de influencia de la corriente de Humboldt, que sirve de materia prima para las industrias de enlatados y de harina de pescado que se han establecido en la península de Santa Elena. Del análisis de la información suministrada por la inves- tigadora del Instituto Nacional de Pesca, bióloga Natalia González (comunicación personal), en relación con los pe- queños pelágicos, dentro de los cuales están las sardinas, se puede concluir, que la pesca de estas especies en el Ecuador sigue en general una tendencia a declinar con el paso de los años." En cuanto al jurel, una de las principales especies objeto de manejo por la OROP/PS, es notorio que se ha pesca- do en el Ecuador por temporadas y que en algunos años, como 1995 y el 2001, sus niveles de desembarco han sido importantes, por arriba de las cien mil toneladas, lo cual es importante como registro histórico para la asignación de cuotas de pesca por la OROP/PS. Comparando los datos de desembarco de todos los peque- ños pelágicos del Ecuador, que figuran en las mencionadas tablas, en relación con los datos de desembarco de Perú y Chile, en el lapso 2000 - 2009, se observa que solo el jurel desembarcado en esos dos países, alcanzó cifras de 2.437.792,00 y 13.120.400,00 toneladas, respectivamente (OANNES, 2010), muy superiores a toda la captura de los pelágicos del ecuatorianos. En las tablas 2 a la 4 que re- gistran el comportamiento de esas tendencias decrecientes de captura, según desembarco de los pequeños pelágicos, de dos mil anzuelos con camada viva y redes de cerco gigantescas en don=de caen delfines, tiburones, aves y lobos marinos". 30. Ejemplos muy dicientes de esta afirmación son los casos de la sardina, que de más de un millón de toneladas de captura anual en 1985, no se ha vuelto a pescar desde el 2007. Para el Chuhueco, en esas mismas tablas se observa similar situación ya que, de 126.420 toneladas de desembarco, en 1987, se pasó a solo 528 en e12010. - 91 -