nes económicas de los países de América Latina, por de-
mandar de aquel recursos naturales en cantidades inmensas
para atender a su fantástica población y su no menos in-
creíble crecimiento productivo, igualmente la India tendrá
una presencia cada vez más grande en el comercio con el
continente latinoamericano para un futuro cercano.
Las oportunidades se centran, como en el caso de
China, en el mercado de recursos naturales, por las grandes
demandas existentes por minerales y por productos agríco-
las. Esta demanda del continente asiático ha permitido que
muchos de los países latinoamericanos con bajos niveles de
ahorro, crecimiento lento, grandes déficits presupuestarios
y de cuentas corrientes hayan podido tener un nuevo dina-
mismo en sus economías como es la situación más visible
que encontramos en Brasil.
En el caso de China se observa que la importación de
productos más baratos ha permitido que una masa signifi-
cativa de la población mas pobre en América Latina logre
tener acceso a ciertos bienes, mejorando progresivamente
sus niveles de consumo en función de los bajos precios de
los productos chinos (desarrollados con el gran apoyo de
subsidios de gobierno, bajos sueldos, muy alta productivi-
dad y gran escala de producción).
Las oportunidades creadas por el comercio con Chi-
na, ha generado problemas de significativa importancia en
la medida que las industrias de manufacturas existentes en
países latinoamericanos no han podido soportar estas con-
diciones de bajos costos, generando una disminución en las
exportaciones de manufacturados de nuestros países para el
mundo.
La fuerte competencia existente en el mercado mun-
dial ha generado en los gobernantes de los países latinoa-
mericanos grandes desafios para encontrar nuevos espacios
y nuevas oportunidades comerciales en función de sus dis-
ponibilidades de recursos naturales y en relación a sus posi-
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