cas públicas coherentes con una oferta de crédito apropiada para estimular el desarrollo agrícola.
Los gobiernos en ambos lados del Pacífico deben buscar el como trabajar juntos para disminuir el conjunto de dificultades que todavía existente para un comercio a gran escala, ajustando y ampliando el alcance de los acuerdos de libre comercio en vigencia. El comercio existente entre los países de Asia y América Latina alcanzó los US $ 442.000 millones el año de 2010 Y mantuvo un crecimiento a una tasa anual del 20,5 por ciento en los últimos doce años lo que no deja de ser sorprendente si consideramos las distancias físicas y culturales existentes.
En la actualidad el continente asiático contribuye con el veinte y uno por ciento del comercio internacional de América Latina y el Caribe. Se puede observar que rápidamente disminuye la distancia de América Latina que mantiene con Estados Unidos y que representa un treinta y cuatro por ciento. En la última década, la contribución de América Latina, en conjunto con el Caribe, al comercio internacional con Asia, se ha duplícado, pero sigue en un nivel que se puede definir como muy modesto de solamente 4,4 por ciento.
El comercio entre los países de los dos continentes ha crecido considerablemente desde el año 2.000, como resultado de la creciente demanda de Asia por minerales y alimentos que se encuentran de manera abundante en América Latina y por el aumento de las importaciones de bienes manufacturados asiáticos hacia América Latina. A pesar de que los dos continentes se han beneficiado de este incremento en las negociaciones, se observa que este tipo de comercio ha generado una cierta insatisfacción en América Latina, por los riesgos resultantes de una alta especialización en materias primas básicas.
Al respecto encontramos análisis como el de Moreira( 2011) que sobre la severidad de la falta de recursos en Asia,
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