Revista Cactus Cactus 37 | Page 49

«Me gusta emplear el humor para disolver parte del daño asociado al bullying». elementos protésicos. La artista humilla a esos cobardes que usan internet para reírse de aquellos a quienes consideran más débiles que ellos, una práctica habitual que todos hemos sufrido, presenciado o quizá hasta protagonizado. Una realidad que está desembocando en presidentes de varios países con actitudes similares, pese a que de primeras podamos pensar en adolescentes con acné viviendo en el sótano de sus padres mientras juegan a videojuegos y beben Mountain Dew. El trabajo de Morris-Cafiero demuestra que esos lamentables sucesos están muy extendidos y cualquiera puede actuar así al esconderse tras una pantalla. Además, cada instantánea incluye parte de los mensajes insultantes realizados por cada uno de los acosadores para subrayar su patetismo, como si fueran retweets irónicos de la fotógrafa. Curiosamente, parece que ninguno de los protagonistas ha visto The Bully Pulpit, ya que la autora afirma no haber recibido ningún feedback por su parte. Quizá no se han enterado. O quizá la obra ha surtido el efecto esperado y se han dado cuenta de su repugnante comportamiento. Morris-Cafiero nos obliga a reflexionar sobre la representación visual del cuerpo femenino y conceptos asociados como belleza, aceptación, tolerancia y ciberacoso. Su trabajo no es simplemente fotografía, sino un acto revolucionario y una divertida performance. «Mi objetivo es encontrar una manera de provocar a la gente de una manera que les haga sentir incómodos. Me gusta emplear el humor para disolver parte del daño asociado al bullying y también para simbolizar esa falsa sensación de seguridad que internet proporciona a esos acosadores», reflexiona la artista. En su siguiente trabajo va a seguir ahondando en estos asuntos, pero esta vez dejará de prestar atención a los culpables. «Estoy trabajando en una serie de retratos de supervivientes de abusos sexuales imprimida en almohadas de acero y está muy inspirada por mi educación en escultura». Hasta ahora, su formación en cerámica no le había servido de mucho en su labor fotográfica, pero parece que al fin va a combinar ambas artes. Aunque a ella lo que le guste en realidad es cazar cazadores que se ríen de sus presas. @ 49 #37 09–10_2019 Cactus