«Me gusta emplear el humor para disolver parte
del daño asociado al bullying».
elementos protésicos. La artista humilla a esos
cobardes que usan internet para reírse de aquellos a
quienes consideran más débiles que ellos, una práctica
habitual que todos hemos sufrido, presenciado o
quizá hasta protagonizado. Una realidad que está
desembocando en presidentes de varios países con
actitudes similares, pese a que de primeras podamos
pensar en adolescentes con acné viviendo en el sótano
de sus padres mientras juegan a videojuegos y beben
Mountain Dew. El trabajo de Morris-Cafiero demuestra
que esos lamentables sucesos están muy extendidos
y cualquiera puede actuar así al esconderse tras una
pantalla. Además, cada instantánea incluye parte de
los mensajes insultantes realizados por cada uno de
los acosadores para subrayar su patetismo, como si
fueran retweets irónicos de la fotógrafa.
Curiosamente, parece que ninguno de los
protagonistas ha visto The Bully Pulpit, ya que la
autora afirma no haber recibido ningún feedback por
su parte. Quizá no se han enterado. O quizá la obra
ha surtido el efecto esperado y se han dado cuenta
de su repugnante comportamiento. Morris-Cafiero
nos obliga a reflexionar sobre la representación
visual del cuerpo femenino y conceptos asociados
como belleza, aceptación, tolerancia y ciberacoso.
Su trabajo no es simplemente fotografía, sino un
acto revolucionario y una divertida performance. «Mi
objetivo es encontrar una manera de provocar a la
gente de una manera que les haga sentir incómodos.
Me gusta emplear el humor para disolver parte del
daño asociado al bullying y también para simbolizar
esa falsa sensación de seguridad que internet
proporciona a esos acosadores», reflexiona la artista.
En su siguiente trabajo va a seguir ahondando
en estos asuntos, pero esta vez dejará de prestar
atención a los culpables. «Estoy trabajando en
una serie de retratos de supervivientes de abusos
sexuales imprimida en almohadas de acero y está
muy inspirada por mi educación en escultura». Hasta
ahora, su formación en cerámica no le había servido
de mucho en su labor fotográfica, pero parece que al
fin va a combinar ambas artes. Aunque a ella lo que le
guste en realidad es cazar cazadores que se ríen de
sus presas. @
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#37 09–10_2019
Cactus