HISTORIA DEL BDSM
M
uchas actividades enmarcadas en el BDSM tienen
como elemento común una situación de traspaso
de poder con finalidad erótica, siempre voluntario,
conocido en inglés con la expresión Erotic Power
Exchange (EPE o Intercambio Erótico de Poder).
Algunas de las prácticas que engloba el término, como la
humillación erótica, el dolor, la sumisión y otras, no podrían
entenderse al margen de su implicación con una forma
específica de placer mutuo, sin la cual las citadas prácticas
se asociarían con sensaciones desagradables. Durante
una sesión (el tiempo en que se practica ese intercambio
de poder) los participantes acuerdan determinadas reglas
para garantizar que las prácticas se realicen en un entorno
de consenso y libre voluntad (conocido con las siglas SSC
o sensato, seguro y consensuado). Se puede practicar en
algunos clubes o bares, generalmente ubicados en las
grandes ciudades, especializados en la temática BDSM,
aunque lo más normal es jugar mezclando esta práctica
con otros juegos eróticos o sexuales más convencionales
en un entorno de pareja.
Robert Bienvenu, reputado conocedor de la temática y
catedrático de sociología en la universidad de Indiana,
Estados Unidos, expone una visión alternativa de la
historia del BDSM, que él asienta sobre tres pilares: el
fetichismo europeo de finales de los años 20, el
estadounidense (desde 1934), y el movimiento Leather a
partir de los años 50.
COLOMBIA IGITAL
S
in embargo, lo que en su inicio fue una definición
creada para deslindar el campo del
sadomasoquismo consensuado del de los malos
tratos (sobre el que la sociedad estadounidense mantenía
una severa prevención), fue desarrollando en algunos
pequeños grupos modelos de intransigencia muy alejados
del propósito inicial y de la metodología de sus creadores.
Esto llevó al propio David Stein a distanciarse del abuso
que algunas personas hacían de su eslogan.
En los años 90 aparece una sigla Rack para algunos
grupos que marginan el BDSM que reúne en torno a su
definición un elevado número de activistas. Rack es el
acrónimo de Risk Aware Consensual Kink, que viene
siendo traducido en la comunidad hispanoparlante como
riesgo asumido y consensuado para prácticas de
sexualidad alternativa (o no convencional): estas prácticas
tratan de modernizar las siglas SSC que se inventó para
trazar una línea de límites para no llegar al mal trato o
violencia de género, pero que sus mismos impulsores han
tenido que reconocer, una y otra vez, que el propósito
original estaba siendo defraudado y prostituido por el uso
intolerante, extremista y poco inteligente por parte de
algunos grupos marginales dentro de la comunidad BDSM,
que quiere decir, que algunas personas yo las llamo
(seudos) haciéndose pasar por dominantes o sumisos
abusan de su conocimiento del BDSM para satisfacer sus
placer sea sexual (genital, coito) morbosas entre otras.
La comunidad internacional vinculada al BDSM viene
poniendo especial énfasis en que las prácticas sean SSC,
es decir, Safe, Sane and Consensual (seguro, sensato y
consensuado), término acuñado en 1983 por David Stein.
Su ideólogo lo definió del siguiente modo:
Las relaciones BDSM deben seguir un modo seguro,
sensato y consensuado respecto a sus prácticas:
Seguras, en cuanto al conocimiento necesario sobre
su desarrollo y sobre el material usado, así como
sobre la prevención de riesgos.
Sensatas, en cuanto a la capacidad razonable de
decisión por parte de los actores, no alterada por
drogas o bebidas y acorde con la experiencia de
cada participante, sabiendo diferenciar fantasía y
realidad.
Consensuadas, en cuanto a que los participantes
estén de acuerdo sobre la forma e intensidad con la
que se realicen, e igualmente que dicho acuerdo
pueda rescindirse en cualquier momento.
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BDSM
COLOMBIADIGITAL
SSC
SEGURAS, SENSATAS, CONCENSUADAS