Revista Atenea Revista Atenea | Page 13

permite comer los días de abstinencia; lo explican algunos investigadores diciendo que el origen medieval de esta fiesta fue una protesta contra la prohibición de comer carne. Y otros dicen, que un principio, esta celebración consistía en enterrar un costillar de cochino, al cual se le daba el nombre de “sardina”. Todo comienza el día lunes de carnaval con la elección y coronación de una reina, como siempre se acostumbra en los carnavales, sólo que aquí es un hombre vestido de mujer. El día martes, se realiza el llamado “paseo de los cayucos”. Estas pequeñas embarcaciones individuales que se manejan con un remo, son imitadas mediante una estructura de madera recubierta de cartón. Un grupo de marineros simulan que van navegando en ellas. Luego el día miércoles, temprano, construyen la carroza donde irá la sardina. La arman con listones de madera levantados sobre una plataforma y con andas para transportarla. Lleva como adorno, palmas y flores; y como ofrenda, mazorcas de maíz, frutas, casabe, harina, granos. En el centro colocan la figura de la sardina recortada en cartón, pintada y cubierta de escarcha plateada. El cortejo está formado por pescadores, los cuales interpretan diferentes papeles. Así mismo, las viudas de la sardina, representadas por hombres disfrazados de mujer con vestidos negros rellenados con papeles y trapos, pelucas, velos, zapatos de tacón alto y carteras. Llevan en la mano una hoja de palma. Del mismo modo, el cura quien va de traje talar, y un monaguillo con sotana roja. El diablo, vestido de negro y rojo, con una máscara, cuernos y rabo. El médico y un grupo de enfermeros quienes llevan instrumental de madera o plástico en una carroza con forma de ambulancia. Y otro grupo disfrazados de policía. Al tener todo organizado comienza la parodia de procesión, comienza en la tarde encabezada por el cura y el monaguillo, acompañados por ayudantes que lanzan agua, harina y pintura a quienes pretendan acercarse. Les sigue los que conducen la carroza de la Sardina, y detrás van las viudas. 13