Revista Arturo Calle I | Page 5

ejecutivo audaz y visionario cuando abrió su propio consultorio.“ Allí trabajaba medio tiempo. Por las tardes vendía en los almacenes de mi papá como un empleado más. Alguien llegaba a comprar una camisa y yo lo atendía”, recuerda el heredero de esta marca que es referente del ropero masculino.
El primogénito de don Arturo – así le dicen incluso sus cinco hijos – decidió lanzarse al agua con nuevos modelos de negocios al crear la línea infantil Arturo Calle Kids. Con la millonaria inversión, la familia le siguió apostando a las telas colombianas y generó otros 180 empleos, entre diseñadores y operarios especializados. El proyecto fue concebido hace año y medio gracias a un estudio que les indicó el camino por donde cautivar un mercado potencial de 2,5 millones de niños colombianos entre los 4 y 10 años, que siguen la moda por motivación de sus padres. En este escenario entró la segunda generación de Arturo Calle, a la cabeza de Lorenzo, su nieto. El pequeño de 6 años, quien es hijo de Carlos Arturo, posó para el catálogo y avisos publicitarios de esta firma que empezó a competir con varias marcas posicionadas, entre ellas EPK, Tuc Tuc y Offcorss. Mi padre es incansable. Trabaja todos los días. Me acostumbré a sus llamadas en la madrugada o los domingos cuando se le ocurre un proyecto. No lo visualizo pensionado o retirado en la finca”, dice Carlos Arturo. Todavía es la hora en que el patriarca y su hijo viajan a las ferias de la moda masculina en Nueva York, Shanghái, Milán y París, donde apropian las nuevas tendencias que luego adaptan a las necesidades de nuestro mercado.“ Solo nos limitamos a explorar qué se usa en otros lados. Jamás vamos con el interés de hacer compras. En el ropero de mi papá o el mío únicamente hay marcas Arturo Calle”. Lorenzo va por el mismo camino. La ropa que usa la consigue en los almacenes del abuelo
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