Revista Antonio Devoto Cara o Cruz | Page 4

El día siguiente al fallecimiento de Antonio Devoto se organizó un funeral en el patio de su residencia de campo. Todos sus familiares y amigos asistieron, salvo Amara, el ama de llaves, que le guardaba un rencor particular al difunto. La mujer vivía en el sótano de la casa, al cual se accedía mediante una pequeña puerta oscura y destruida por los años.

Muy pocas personas entraron a esa misteriosa habitación, se rumoreaba que la señora, de origen africano, practicaba brujerías allí. Reiteradas veces desaparecieron mascotas de la familia Devoto y fueron encontradas sin vida en los alrededores de la entrada al sótano, pero nunca se vio nada sospechoso ni al ama de llaves involucrada. Al finalizar el funeral, cuando solamente quedaban los familiares más cercanos, éstos abrieron el ataúd para despedirse del cuerpo de don Antonio una última vez antes de que fuera enterrado, pero se llevaron la sorpresa de que el cadáver había desaparecido. Se desesperaron, gritaron, lloraron y finalmente pensaron pero no encontraron explicación alguna y empezaron a revisar cuarto por cuarto de la mansión. El último fue el sótano.

El caso de don Antonio

LITERATURA