Revista ANPL Revista ANPL N° 17 | Page 47

SORIANO FLORES FLORIDA L AVA L L E J A COLONIA SAN JOSÉ CANELONES MALDONADO MONTEVIDEO una nota recordando que debe presentar los planes pero no tenemos más flexibilidad de la que ya hemos plantea- do”. La otra figura sí implica multas. La Directora de la Dirección de Recursos Naturales Reno- vables del MGAP explicó que una de las cosas que más afecta la calidad del agua del río Santa Lucía se da como consecuencia de verter los efluentes al agua. Esta forma es la más fácil de identificar y corregir. Lo más difuso es la contaminación que se da como consecuencia del mal manejo del suelo. “Por eso apuntamos a que la erosión sea mínima. Lo otro es no aplicar fertilizantes de más y tratar de distribuir el efluente de forma adecuada. También estamos trabajando con Facultad de Agronomía (FAGRO) para ver desde el punto de vista tecnológico la desanualización de las pasturas que brindaría mejores resultados productivos y económicos. Sabemos que en la lechería tiene que haber comida de buena calidad y durante todo el año. Simplemente queremos que se plani- fique mejor. Por eso entendemos que sería bueno pasar a modelos con más pasturas perennes en la alimentación”. Los modelos apuntan a uno o dos años de cultivos y 3 a 4 de pasturas, pero Hill enfatizó con que además, se trata de modelos que son tecnológicamente buenos. De todas formas reconoció que es mucho más complejo el manejo en los tambos que en la agricultura por los proce- sos de producción y la heterogeneidad de los sistemas. Si bien el área destinada a la agricultura es mayor, está más concentrada. El control que se realiza, en una primera instancia es si el plan está presentado o no. Luego se su- perponen los planes con la imagen satelital. Allí se coteja si donde se observa en la imagen sí hay cultivo y si éste está incluido en el plan; en caso contrario se va a controlar. La agricultura de grano que se hace en la lechería ya tiene su plan presentado. El problema está en si esa agricultura es de grano o forrajera, y eso hay que controlarlo, porque si es forrajera, también debería tener su plan correspon- diente. “ES MUCHO MÁS COMPLEJO EL MANEJO EN LOS TAMBOS QUE EN LA AGRICULTURA, POR LOS PROCESOS DE PRODUCCIÓN Y LA HETEROGENEIDAD DE LOS SISTEMAS” Otro elemento de fiscalización es la calidad del Plan que se presenta, analizando las pendientes, el manejo y el cumplimento, siempre respetando las buenas prácticas de manejo. Para poder cumplir con las Planes de Uso en la zona de Paso Severino, el gobierno otorgó una línea de apoyo de hasta US$ 16.000 para aquellos productores que tuvieran menos de 300 vacas en ordeñe. En ejecución con estos fondos, ya hay 64 proyectos presentados. “Esto ha sido de gran ayuda para tambos chicos”. De todas formas Hill puntualizó sobre la utilización de estos fondos, que en muchos casos fueron adquiridos pensando en realizar piletas. “Hay productores que ya tienen las pile- tas hechas y la solución no pasa por ahí. Incluso se detectó a partir de un trabajo que realizó INALE que el cuello de botella no estaba en las piletas sino en qué hacer cuando las piletas están llenas. No queremos que este dinero se transforme en un apoyo para hacer piletas,