Como tantos otros tamberos en distintos puntos del país, la última crisis del sector obligó a
Milton Panzardi, productor familiar de Paraje Pachina, en el departamento de San José, a aban-
donar la producción tras casi 40 años en la lechería. Con la satisfacción de decir “tarea cumpli-
da” Milton a sus 65 años y su señora, Susana Fernández a los 60, impulsados por la situación
que vive el sector, decidieron que ya no tenían las ganas ni la energía para pelear otra crisis más,
y negándose a tomar créditos para no volver a endeudarse, optaron por abandonar la lechería y
la actividad como directivo de la Asociación Nacional de Productores de Leche para disfrutar de
otras etapas de la vida.
- ¿Cómo fue el comienzo en el tambo?
- Con el tambo comenzamos a funcionar el 3 de octubre de
1980, con una vaca y 8 litros de leche. Luego aumentamos
a 15 litros, creciendo a lo largo de estos 38 años. Yo no
vengo de familia tambera. Siempre soñé con ser tambero,
pero comencé trabajando con mi padre hasta que me casé.
Cuando mi padre se jubiló quedamos con esta fracción de
campo que son 13 hectáreas y ahí comenzamos a hacer el
tambo. En aquel entonces se podía mandar de a 3 o 5 litros
de leche en tarro sin problema. Después fue un proceso
largo, con mucho aprendizaje porque era un campo muy
pobre trabajado con agricultura muy agresiva, con campos
quebrados que nunca habían tenido una pradera. Teníamos
un galpón con techo de chapas de zinc y una parte con
paredes de cerato, de ramas. Cuando Conaprole empezó
con los servicios de extensión, a pesar de que me costaba
todo el tema de la tecnificación, me arrimé para aprender
más. Cuando hice mi primera pradera, yo quería que fuera
de una hectárea, pero como no me daban los números
tuve que hacerla en ¾ de esa hectárea. En ese momento
no daba para endeudarse. El segundo año ya pude hacer
2 hectáreas. En el año 1984 saqué mi primer crédito para
comprar vacas porque hasta ese momento solo contába-
mos con 7 animales.
32 | ANPL
TAREA CUMPLIDA
“SI LA SITUACIÓN HUBIESE
SIDO OTRA, HUBIÉRAMOS
SEGUIDO CON EL TAMBO”
- ¿Cuándo y cómo se da el crecimiento en tecnología?
- Primero pusimos la luz, luego las máquinas de ordeñe y
los tanques de frío. Incluso pudimos comprar un campo
cercano aquí. Pero con el quiebre de la Tablita perdimos
ritmo y nos complicó mucho las deudas. Intentamos todos
los mecanismos posibles para refinanciarla hasta que un
día vendimos ese campo que habíamos comprado para
pagar las deudas que teníamos y eso nos permitió volver a
crecer. Años después compramos un tractor y me uní a un
grupo de productores que nos permitía compartir herra-
mientas. Tomamos otro crédito para hacer un galpón, una
sala nueva, etc. Empecé a mandar las vaquillonas al campo
de recría de San José, lo cual fue un gran alivio. Se podría
decir que los últimos 15 años fueron los que pude despe-
gar un poco.