Revista ANPL Revista ANPL N° 17 | Page 32

Como tantos otros tamberos en distintos puntos del país, la última crisis del sector obligó a Milton Panzardi, productor familiar de Paraje Pachina, en el departamento de San José, a aban- donar la producción tras casi 40 años en la lechería. Con la satisfacción de decir “tarea cumpli- da” Milton a sus 65 años y su señora, Susana Fernández a los 60, impulsados por la situación que vive el sector, decidieron que ya no tenían las ganas ni la energía para pelear otra crisis más, y negándose a tomar créditos para no volver a endeudarse, optaron por abandonar la lechería y la actividad como directivo de la Asociación Nacional de Productores de Leche para disfrutar de otras etapas de la vida. - ¿Cómo fue el comienzo en el tambo? - Con el tambo comenzamos a funcionar el 3 de octubre de 1980, con una vaca y 8 litros de leche. Luego aumentamos a 15 litros, creciendo a lo largo de estos 38 años. Yo no vengo de familia tambera. Siempre soñé con ser tambero, pero comencé trabajando con mi padre hasta que me casé. Cuando mi padre se jubiló quedamos con esta fracción de campo que son 13 hectáreas y ahí comenzamos a hacer el tambo. En aquel entonces se podía mandar de a 3 o 5 litros de leche en tarro sin problema. Después fue un proceso largo, con mucho aprendizaje porque era un campo muy pobre trabajado con agricultura muy agresiva, con campos quebrados que nunca habían tenido una pradera. Teníamos un galpón con techo de chapas de zinc y una parte con paredes de cerato, de ramas. Cuando Conaprole empezó con los servicios de extensión, a pesar de que me costaba todo el tema de la tecnificación, me arrimé para aprender más. Cuando hice mi primera pradera, yo quería que fuera de una hectárea, pero como no me daban los números tuve que hacerla en ¾ de esa hectárea. En ese momento no daba para endeudarse. El segundo año ya pude hacer 2 hectáreas. En el año 1984 saqué mi primer crédito para comprar vacas porque hasta ese momento solo contába- mos con 7 animales. 32 | ANPL TAREA CUMPLIDA “SI LA SITUACIÓN HUBIESE SIDO OTRA, HUBIÉRAMOS SEGUIDO CON EL TAMBO” - ¿Cuándo y cómo se da el crecimiento en tecnología? - Primero pusimos la luz, luego las máquinas de ordeñe y los tanques de frío. Incluso pudimos comprar un campo cercano aquí. Pero con el quiebre de la Tablita perdimos ritmo y nos complicó mucho las deudas. Intentamos todos los mecanismos posibles para refinanciarla hasta que un día vendimos ese campo que habíamos comprado para pagar las deudas que teníamos y eso nos permitió volver a crecer. Años después compramos un tractor y me uní a un grupo de productores que nos permitía compartir herra- mientas. Tomamos otro crédito para hacer un galpón, una sala nueva, etc. Empecé a mandar las vaquillonas al campo de recría de San José, lo cual fue un gran alivio. Se podría decir que los últimos 15 años fueron los que pude despe- gar un poco.