Supone que estos efectos se deben a que: “...en los ritmos y las melodías que encontramos las semejanzas más perfectas en consonancia con su verdadera naturaleza de la ira y la mansedumbre, de la fortaleza y la templanza, como también de sus contrarios y de todas las otras disposiciones morales... los ritmos, unos tienen un carácter más reposado, otros más movido, y de éstos, unos inducen emociones más vulgares, y otros otras más propias de un hombre libre”. Pp 306
Termina diciendo tres usos provechosos de la música: en la educación, la purificación y el divertimiento. En educación, se deben emplear melodías y armonías expresivas del carácter. En purificación, como terapéutica purificadora, alivio acompañado de placer. En el divertimiento, como un placer noble.
MÚSICA
MARÍA FERNÁNDEZ BUENO, 2BCB