14 MAYO | JUNIO 2018 revista bienestar
APRENDER A ALIMENTARNOS
Descubra cuánto de cierto hay en lo antedicho, los fundamentos científicos que hoy respaldan la propuesta de Hipócrates, el padre de la Medicina, de hacer de los alimentos nuestros principales medicamentos e imagínese por qué no le conviene al sistema globalizado que hoy gobierna al mundo, que esta seria e indiscutible información, le llegue a todos los médicos, paramédicos y al público en general.
Aprender a Vivir.
“ Aprender a Alimentarnos, aprender a Vivir, aprender a Amar y aprender a Morir”.
“ La alimentación no es lo superior en la vida – decía Max Bircher Benner – pero es el terreno donde lo superior puede morir o puede florecer”.
El alimento es la materia y energía con la cual se reconstituyen cotidianamente nuestras células y resulta un decisivo factor que determina el buen o el mal funcionamiento de las mismas. De esa forma cuando se sabe elegir y combinar en proporciones precisas y de una forma personalizada y disciplinada, puede constituirse en el más efectivo, potente, sencillo y económico medicamento para prácticamente todo tipo de enfermedades( producto de la alteración de alguna de esas funciones celulares), además de la más importante herramienta preventiva de las mismas.
Miles de personas, muchas de las cuales estaban desahuciadas, gravemente enfermas de cáncer, SIDA, enfermedades cardiovasculares, respiratorias, digestivas, articulares, autoinmunes, neurológicas, dermatológicas, con trastornos mentales como depresión, pánico, fobias, bipolaridad y hasta esquizofrenia, patologías del sueño y de la sexualidad, con diabetes, hipotiroidismo, estrés, obesidad, enuresis, fallas de la memoria y de la atención, várices y celulitis, por ejemplo, así como prisioneras de todo tipo de adicciones,( alcohol, drogas, tabaco, dulces, harinas, chocolate, mate, café, etc.), hoy pueden dar testimonio del crucial rol que cumplió en ellos la alimentación correcta( que dista mucho de la alimentación del argentino tipo e incluso de la que indican la gran mayoría de los nutricionistas), en la reversión completa de su enfermedad. Gracias a esto, en poco tiempo, pudieron independizarse de todo tipo de medicamentos y terapias, incluso alternativas.
Obsérvese que la palabra“ Vivir”, está escrita con mayúsculas, dado que lo que en realidad se propone es aprender a Vivir en Plenitud y no sólo imitarse a sobrevivir o perdurar en el tiempo. Porque como dice una canción“ Vivir, no es lo mismo que honrar la vida”. Se trata no sólo de valorarla, sino de saber aprovecharla como una maravillosa oportunidad, como un tesoro que, no por casualidad, sino para algo concreto y preciso que es nuestra obligación descubrir, Alguien puso en nuestras manos. Mucha gente se enferma seriamente por haber olvidado o nunca haberse siquiera preguntado, cuál es el verdadero sentido de la vida y por perder la alegría y las ganas de Vivir, como consecuencia de esto. Están en busca de la felicidad, como un pez en medio del océano, buscando el agua. Sólo necesitan abrir los ojos, pero un enmarañado programa mental y cultural, les impide hacerlo. A veces una enfermedad despertadora como el cáncer, puede sacudirlos hasta hacerlos reaccionar y empezar a valorar lo que tienen. Pero ¿ hace falta llegar a este extremo para cortar con la queja discepoliana y empezar a comprender que no se trata de primero estar sanos y tener todo lo que necesitemos para ser felices, sino de primero ser felices, para gracias a esto llegar a estar sanos y con más posibilidades de conseguir lo que necesitemos o nos propongamos? ¿ Comprenderemos algún día que“ Felicidad no es una estación a la cual se llega, sino una forma de viajar”, disfrutando del camino y no sólo del logro de los objetivos que nos fijemos en la vida? Por eso, ser feliz, no depende de obtener algo o de estar con alguien, ni de las circunstancias. No son momentos, como se dice. Son actitudes que se pueden tener permanentemente, si permanentemente estamos despiertos y en contacto fructífero con la verdadera realidad, en vez de sumergidos en la realidad virtual del mundo ilusorio que nuestro programa mental nos induce a creer que“ debería