Revista Abanico por Gaudium Ecuador Revista Abanico Ed. 8 - Noviembre 2016 | Page 43

Como nuestra cabeza va a mil, muchos sin saber por qué, no hay tiempo para arreglar nuestra mente y espíritu de forma natural. Hay que recurrir a las drogas, queremos curarnos con un clic, no podemos reposar unos momentos porque en el mundo actual es imposible. De aquí las estadísticas. En Estados Unidos, en el año 2015, 5.1 millones de personas tomaban analgésicos, 2.2 millones tranquilizantes y antidepresivos y 1.1 millones estimulantes, siendo esta la tierra de la libertad y el hogar de los valientes... Estos son los medicamentos bajo receta más abusados en ese país, según el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. Una lástima que estadísticas así no existan de nuestro país. Ahora es interesante analizar los 10 mayores miedos que tienen los norteamericanos en 2016. El 60.6% tiene miedo a la corrupción del gobierno y sus funcionarios (miedo intencionado), un 41% a ataques terroristas dentro del país (miedo más que intencionado), 39.9% a no tener dinero para el futuro (intencionado), un 38.5% a ser blancos del terrorismo (intencionado), el mismo porcentaje al control de armas (intencionado), 38.1% a perder a seres queridos (miedo justificado), un 37.5% a un colapso financiero (intencionado), el 37.1% a robo de identidad (intencionado), un 35.9% a una enfermedad seria de sus seres queridos (justificado) y un 35.5% a Obamacare [Ley de Cuidados de la Salud Asequibles, es una reforma de salud en EE.UU. que extiende y mejora el acceso a los cuidados de salud y disminuye el gasto mediante regulaciones e impuestos] (intencionado). Todos datos de la Chapman University de la ciudad de Orange en Norteamérica. Tan solo 2 de los 10 mayores miedos son justificados; el resto, todos son impuestos por el sistema en el que vivimos, miedo al dinero, al terrorismo y hasta a la salud, como vemos con Obamacare. De estos miedos intencionados, ni los fantasmas se salvan. Como todo lo que llamamos moderno, el espiritismo tiene su origen en 1848, o sea siglo XIX. Quien quiera decir que tiene un origen antiguo, se equivoca, todos los “ismos” que conocemos y los tildamos de modernos, surgirán en el siglo diecinueve y no antes. Y para hacerlo más moderno, este movimiento nace en los Estado Unidos y luego en Francia donde se desarrolla. La primera casa embrujada o como la llamaban antes, el lugar fatídico, fue la de la familia Fox en Hydesville, donde se escuchaban voces, se movían objetos, todos fenómenos que siempre han existido, pero en la antigüedad no se les daba importancia y más bien se los despreciaba. Lo único nuevo de estos fenómenos fue la fascinación de aquellos que creyeron que esto era obra de muertos y que se podía comunicar con ellos. Y es aquí donde reside lo que conocemos ahora como espiritismo, la comunicación burda y fútil con los muertos. Nunca antes cultos antiguos se habían degenerado en una comunicación con los muertos y ni la peor brujería había sido interpretada como señales de los difuntos. Y el engaño inició: una vez creada la razón, se inventó al comunicador o médium y a la reunión se la llamó sesión. Esto no hubiera pasado a mayores, pero posteriormente se extendió por Europa y se la intelectualizó, causando graves problemas no sólo a quienes la seguían, sino al mundo entero. ¿Con estas líneas hemos quitado algún miedo? Ninguno. Queda en ustedes adentrarse en los varios temas aquí relatados y despojarse de cualquier miedo intencionado que nos les deje vivir en plenitud. El miedo justificado y el imaginado pueden persistir, muchas veces nos hacen sentir vivos y humanos.