Revista Abanico por Gaudium Ecuador Revista Abanico Ed. 8 - Noviembre 2016 | Page 28

Todos aquellos que leímos esta obra esperamos con ansia una continuación, esto se hizo realidad este año cuando después de habernos entretenido con otras de sus obras como La Mano de Fátima y La Reina Descalza, Falcones nos trajo Los Herederos de la Tierra. Esta nueva novela toma forma el 4 de enero de 1387 en los astilleros de Barcelona, donde el joven Hugo Llor sueña con ser un gran constructor de barcos. Su apoyo es un noble llamado Arnau Estanyol, quien ayudó a construir la iglesia de Santa María de la Mar en la primera novela. Los deseos de Hugo se verán truncados por la envidia y malicia de la familia Puig, enemiga declarada de su benefactor. El destino hace que se separe del astillero y aprenda de un judío, y al mismo tiempo conozca el amor en la sobrina de este. Con este sentimiento vienen los problemas, son las costumbres y la religión los principales culpables. En esta novela podemos apreciar el inicio de la castellanización de Catalunya y la entrada a la escena mundial de la dinastía Trastámara a la Corona de Aragón, con Fernando de Antequera sucesor de Martín I. Aquí es cuando se deja de hablar catalán ya que la corte real estaba compuesta por castellanos. La religión también es parte de la trama cuando nos topemos con el antipapa, Papa Luna, que influyó en las políticas sobre los judíos y su expulsión. Los periplos de Hugo se funden con la realidad histórica que recrea a la perfección la Barcelona del medioevo. Estas líneas vienen cargadas de lealtad, ambición, muerte, venganza lucha, amistad, amor y secretos, en los cincuenta años que narra esta novela. La narración de esta obra es fluida y entretenida, los diálogos son ideales y las tramas van cambiando continuamente, logrando que cualquier lector, incluso uno que recién esté iniciando en las letras, quiera seguir y seguir leyendo.