INTERNACIONAL
cuencia que los militares siguen aún
dictando las políticas del sector interior en determinados países, asumiendo labores que corresponden
a la policía obstaculizando de esta
manera los procesos de reforma
democrática. Es necesario distinguir básicamente los terminos de
“defensa” y de “seguridad”. La defensa se circunscribe en el ámbito
militar, los militares se centran en
el combate, la seguridad externa,
las fuerzas letales y se rigen por las
leyes del conflicto armado (ius in
bello). En cambio la policía centra
su accionar en el ámbito de la ley.
En los Estados democráticos la policía no tiene enemigos internos a
quién combatir, sino ciudadanos a
quién proteger. En aras de la lucha
contra el terrorismo global muchos regímenes dictatoriales o de
tendencia autoritaria han revestido
a sus policías de viejas concepciones militaristas, constituyendo una
herramienta de poder como órganos de inteligencia y espionaje al
servicio del gobierno, convirtiéndose en fuente de conflicto y de
desintegración social. Es por ello
que la doctrina policial debe estar
hoy en día, inspirada en la filosofía profunda de la democracia y los
derechos humanos y dotada de una
identidad civilista, su acción es ante
todo un servicio de carácter y naturaleza civiles.
de la tranquilidad pública sin importar si el orden protegido es violento
o injusto, el concepto de seguridad
ciudadana está en función del individuo, no se limita exclusivamente a la
lucha contra la delincuencia sino va
más allá y crea un ambiente propicio
para la paz social y el desarrollo.
Reflexión Final
El siglo XXI exige una seguridad sostenible, vale decir una seguridad amplia, objetiva y subjetiva que abarque
4 planos: una seguridad colectiva
o global, una seguridad del Estado,
una seguridad de las instituciones y
una seguridad de las personas. La
cultura de los derechos humanos
constituye la piedra filosofal de las
sociedades civilizadas de Occidente
y un componente esencial de H