Durante este proceso para conformar el primer Imperio Mexicano, se nombró una junta Provisional Gubernativa,
conformada por miembros del clero y personajes ricos, como los terratenientes y comerciantes, y ningún insurgente.
Entre las figuras que conformaron esta junta estuvo Juan O’Donojú y Agustín de Iturbide, que fue nombrado
regente de la junta que al poco tiempo lanza una convocatoria para instalar un congreso, mismo que se instaló como
tal el 24 de febrero de 1822, con tres bloques políticos que pugnaban por sus diferentes ideas y opiniones: los
partidarios de Iturbide, llamados iturbidistas, los borbonistas, partidarios de que un miembro del reino español
gobernara México, y los republicanos, conformados por insurgentes que pugnaban por un gobierno republicano.
De estos tres grupos, fueron los iturbidistas los que triunfaron imponiendo a Agustín de Iturbide como primer
emperador del Imperio Mexicano, toda vez que en España se desconocieron los Tratados de Córdoba y así también
la independencia del país.
Esta situación fue aprovechada, y en la noche del 18 de mayo de 1822, el sargento Pío Marcha y el coronel Epitacio
Sánchez salieron junto a su tropa gritando por la ciudad de México “Viva Iturbide I”, y juntaron a los ciudadanos
que se unieron al grito.
Iturbide, que según algunos historiadores no aceptaba tal cargo al principio, acepta ser envestido como primer
emperador de México. Así, el 21 de julio de 1822 es coronado en la catedral de la ciudad de México como Agustín
I.
Durante su corto gobierno, que corrió del 18 de mayo de 1822 al 19 de marzo de 1823, el país vivió un absolutismo
y miseria que acarreó críticas del congreso, el cual Iturbide disolvió para formar una junta nacional instituyente que
fuera afín a sus aspiraciones dictatoriales.
Antonio López de Santa Anna desconoce a Agustín de Iturbide como emperador mediante el Plan de Casa Mata,
Vicente Guerrero y Nicolás Bravo también se levantan en armas pidiendo la reinstalación inmediata del congreso.
Reinstalado el congreso el 7 de marzo de 1823, el emperador Agustín I abdica a la corona del imperio mexicano
el 19 de marzo del mismo año, y parte hacia el exilio desde el Puerto de Veracruz el 11 de mayo de 1823, hacia
Europa. En México, poco tiempo después es declarado traidor por lo que a su regreso es aprendido y fusilado el
19 de julio de 1824 en la localidad de Padilla, Tamaulipas.
El Primer Imperio Mexicano tuvo una extensión territorial de 4.925.283 km 2, teniendo a las provincias
centroamericanas como parte del mismo, al integrarse en 1822 a México, declarándose independientes de España,
y separándose del Imperio Mexicano en 1823.
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