Resumen Anual 2018 REVISTA A D O F A I P 2018 | Page 33

La gesta heroica de Mariano Santos Mateos en la batalla de Tarapacá Colaboración: Crnl. PNP ERNESTO GONZALES BLANCO El 27 de noviembre de 1879 fecha memorable en el calendario patriótico, todo el país recuerda la gesta heroica del ejército peruano en Tarapacá que enfrentó al enemigo chileno. Un hecho sublime que fue protagonizado por el guardia Mariano Santos Mateos, quien como integrante del batallón guardias libres de Arequipa, conformaba parte de la 3ra división al mando del preclaro Coronel Francisco Bolognesi Cervantes. Reproducimos a continuación el desarrollo de parte de la batalla “A las ocho de la mañana del 27 de noviembre, se produjo la batalla en la famosa quebrada de Tarapacá, lugar en el que se enfrentaron ambos ejércitos, el primero en entrar en acción fue el Coronel Andrés A. Cáceres quien tomó las alturas y posteriormente, en forma sucesiva, hicieron lo propio las demás Divisiones, la lucha se tornó cruenta y nuestros soldados y guardias civiles mala pertrechados, pero empecinados en la defensa del suel9 patrio y magníficamente dirigidos por el propio Cáceres, simbol9 de la bizarría peruana; Ríos, heroico hasta el fin,; Bolognesi, quien combatió sumamente afiebrado; Ugarte, quien ya evidenciaba su pasta de hombre superior; y Sáenz Peña, egregio argentino que peleó 3n toda la campaña del sur, se enfrascaron en desigual y mortal combate con las ampliamente superiores fuerzas enemigas y finalmente, después de 12 horas de intensa lucha, alcanzaron la victoria, infligiendo al adversario severísimas bajas”. En medio del fragor del combate, cuando. Victoria resultaba aún incierta, pues las tropas chilenas habían ocupado posiciones ventajosas y se encontraban listas para para emprenderse el ataque sobre las peruanas, que a su inferioridad de efectivos, armamento y medios sumaban la falta de alimentos que menguaba su ánimo y colocaba en situación de marcada desventaja, emergió la figura la fuga varonil y aguerrida, osada ya valerosa del Guardia Civil Mariano Santos , quien evidenciando su amor a la patria y obedeciendo el impulso de la sangre propia de nuestra raza, en gesto de pleno desprecio de su propia vida, se lanzó intrépidamente, a sangre, fuego y bayoneta calada contra el enemigo y en medio d3 encarnizada lucha, de combate incluso cuerpo a cuerpo, en la que muchos de sus camaradas regaron con su sangre el campo de batalla y ofrendaron sus vidas en el altar de la patria, en épica gesta, sin parangón en la historia peruana, logró alcanzar y arrebatar el Estandarte de guerra del veterano y orgulloso regimiento 2do de Línea del ejército chileno, d3 manos de su abanderado, el Subteniente Telésforo Barahona, ubicándose así en vida, en el pináculo de la Gloria, similar a la de Cahuide durante la conquista, Tupac Amaru durante el virreinato y Grau y Bolognesi y Quiñónez durante la República, pues, com9 es bien sabido, la bandera de guerra es símbolo de la nacionalidad y bajo su guía suprema los combatientes ajustan el paso, enfilan sus armas y la defienden a costa de la vida, resultando por ello explicable el alto grado de desaliento y pánico que cundió entre las fuerzas chilenas, al apreciar que su símbolo patrio había sido capturado por tan valer oro guardia civil, así como la recuperación de la moral y el brío en las peruanas ante tan importante y revitalizador hecho, que determino que arremetieran contra el enemigo y revirtieran una virtual derrota en la espléndida y única victoria terrestre de las armas peruanas durante la guerra del Pacifico”. Hasta aquí el relato de la revista. Este episodio por su importancia y por lo valerosa de la acción del guardia Mariano, Santos, fue motivo de reconocimiento en el parte de batalla elevado al Coronel Belisario 33