Un implante dental es un dispositivo de biomaterial insertado en el hueso para reemplazar la raíz de un diente ausente y lograr una conexión firme, estable y duradera con el hueso circundante en un proceso denominado oseointegración.
Estructura:
- Cuerpo del implante
- Tornillo de cierre de primera fase
- Tornillo de cicatrización
- Pilar protésico
- Restauración protésica
A lo largo de los años, los implantes dentales han experimentado modificaciones de la forma, de las dimensiones, del tratamiento de la superficie y se encuentran en el mercado con diversas designaciones comerciales.
Los implantes dentales deben reunir una serie de características fisicoquímicas en cuanto a biocompatibilidad, estabilidad química, rigidez y elasticidad, para favorecer su integración ósea y permitir situaciones de carga funcional.
La interacción entre el implante de titanio y el hueso del huésped está influenciada por muchos factores incluyendo la superficie del implante. Existen una variedad importante de superficies de implantes debido a los diferentes métodos de tratamiento o preparación en la dirección de crear superficies con una topografía, química y rugosidad ideales para mejorar su respuesta biológica. Estas modificaciones influyen en la reacción celular y consecuentemente en la cicatrización ósea y en la oseointegración alrededor del implante.
La rugosidad de la superficie de los implantes se ha incrementado con el mecanizado, el recubrimiento con plasma de titanio o hidroxiapatita, el arenado, el grabado ácido, el arenado+grabado, el anodizado y los recubrimientos biomiméticos.
Se clasifican según:
- Su criterio de posición: subperiósticos, transóseos y endoóseos.
- Su morfología: cilíndricos y cónicos.
- Su superficie: lisa o rugosa.
El material más frecuentemente utilizado en la realización de los implantes dentales ha sido el titanio comercialmente puro, debido a que presenta una gran biocompatibilidad, resistencia a la corrosión, estabilidad mecánica durante el proceso de cicatrización y constituye el material ideal para conseguir la oseointegración con éxito a largo plazo tras la carga funcional