Cada día la conservación de los espacios naturales se hace cada vez más difícil. El avance de la civilización y la tecnología ha significado el sacrificio de millones de especies que han dejado no solo un gran vacío en la madre tierra, sino que se ha traducido en la separación del equilibrio del ser humano y su entorno. La amenaza que representa el hombre para la supervivencia de la biodiversidad natural toca a diversas criaturas, entre ellas a los Gorilas, una especie que va disminuyendo su población debido a diversos factores como la deforestación, las guerras y la caza furtiva.
Referirse a los Grandes Primates es tocar una fibra muy particular para el ser humano, ya que estos se encuentran tan cercanos a nuestra propia genética que al observarlos es como si nos miráramos a través del espejo evolutivo de hace más de diez millones de años.
Así aunque la raza humana haya podido evolucionar hasta convertirse en lo hoy es, ha sacrificado en el camino a primates más cercanos, haciéndolos apenas sobrevivir de manera aislada y aún atentando contra su habitad, su salud y vida. El peligro de extinción, por meras razones comerciales lo que hace más cruel y triste el referirse a los gorilas.
Aunque los avances científicos y las luchas de diversos organismos y ONG siguen adelante, aún se está lejos de pensar en que su conservación está totalmente asegurada. Debemos tomar conciencia sobre la necesidad de proteger a los Gorilas, recordando que dejar que desaparezcan sería como acabar, una vez más, con una parte de nosotros mismos.