el inmenso temor al fracaso. La asociación que estos niños hacen es aprender es igual al fracaso.
También existe un grupo de niños que encuentran un interés externo en lo que son buenos pero, debido a que es un interés demasiado oscuro y no alimentado en la escuela, ni en su entorno familiar pierden totalmente la oportunidad de desarrollar su interés o talentos recién encontrados, lo que da como resultado la decepción, el desaliento produciendo a futuro la sensación de fracaso. Esto en muchos niños puede producir la rebelión trayendo como consecuencia la desorganización y la dificultad de aprendizaje que en definitiva es una actitud esencialmente activa de la frustración.
Todo esto trae a consecuencia resultado, de que algunos niños parecen desvivirse para ser descarados, destructivos o desobedientes, producto de que no están recibiendo la atención que necesitan o desean; pero en definitiva adoptan modos de obtenerla: como por ejemplo rehusarse a comer o irse a dormir, decir mentiras deliberadamente, robar, intimidar a otros o auto- lesionarse, etc.
En la escuela muchos niños consiguen la atención gritando, sobreexcitándose o siendo subversivos.
Hay muchas maneras estratégicas que los niños emplean para obtener la atención de los adultos.
Y es aquí donde los remedio florales tienen gran importancia de aplicación.
Todo comportamiento subversivo, rebelde enmascara algo mucho más profundo; el verdadero problema.
Es necesario y esencial descubrir la verdadera persona que yace en el niño.
Si un niño tiene comportamientos destructivos, puede ser que el niño tenga una fuerte voluntad al que le gusta salirse con la suya y por ende se comporta mal cuando no lo consigue. Entonces este niño necesita:
vine: para la agresión
chicory para el egoísmo.
Los niños que buscan la atención, y se cuelgan del adulto utilizan tácticas como llanto, simulando enfermedad o quejarse para salirse con las suya. Este niño necesita:
chicory: para animarse a ser más independiente y no tan posesivo.
También se podría utilizar:
gentian: para el desánimo
willow: para la autocompasión o resentimiento debido a la falta de interés mostrado sobre el.
gorse: para el pesimismo, y la desesperanza.
elm: para el niño que se siente abrumado por la responsabilidad de tener que estar a la altura de ciertas expectativas.
pine: para el niño que se siente culpable por no haber conseguido o alcanzado el estándar que se le ha asignado.
rock water: para el niño que se reprende y castiga por no haber estado a la altura de las circunstancias.
scleranthus: para el niño indeciso que no puede elegir la respuesta correcta perdiendo la posibilidad de encontrar dicha respuesta.
cerato : para el niño que está constantemente buscando de forma desesperada la aprobación
swet chestnut: para el niño que busca desesperadamente hacer las cosas bien, y se hunde cada vez más profundamente en un sentido desesperación si sus repetidos intentos fracasan.
Es muy importante entender que los niños ya conocen las respuestas, que los niños tienen la capacidad de levantarse y superarse constantemente. Es necesario que los adultos sean grandes fomentadores de las capacidades innatas en los niños, y dejen de reprimirlos con sus comentarios. Así como también es importante que los adultos dejen de discriminar las capacidades de cada niño. Los niños son seres libres, y sensibles. La discriminación como por ejemplo el de decir este niño muy inteligente y éste no; produce y conduce a los niños a guarecerse interiormente. Los niños en su naturaleza son confiados en sus propios potenciales y la discriminación produce efectos negativos en su confianza, volviendo los inseguros.
larch: es el perfecto remedio floral para restaurar la confianza.
Reiki familiar/2014 5