REFORMA EDUCATIVA | Page 15

Confrontación o diálogo para transformar la educación Colombia Empresarios por la Educación; en Ecuador, Grupo Faro; en el Salvador Fundación Empresarial para el Desarrollo; en Guatemala, Empresarios por la Educación; en Honduras, Fundación por la Educación; en Panamá, Unidos por la Educación; en Paraguay, Juntos por la Educación; en Perú, Empresarios por la Educación, y en República Dominicana, Acción por la Educación. Desde este otro lado, los esfuerzos de resistencia que aparecen en México están hermanados (aunque, desafortunadamente, no organizados) con las corrientes de renovación y resistencia que existen desde años atrás en América Latina: en Bolivia, Venezuela, Chile, Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay, Perú y otros países. En ese sentido es una clara confrontación internacional de clases sociales en torno a un proceso social sumamente importante, como es la educación, con proyectos también radicalmente diferentes y encontrados. Uno, el que promueve la subordinación de los niños y jóvenes a un modelo de sociedad autoritaria, empresarial, donde las personas son consideradas como parte del capital (aunque sean humanos) y como seres cuya función principal sea generar riqueza para otros en la forma más competitiva posible. El otro proyecto busca la formación integral, emancipatoria y solidaria de los niños y jóvenes para convertirlos en actores comprometidos y sabios, capaces de trabajar por su familia y por la transformación de la sociedad en un espacio donde todos tengan los mismos derechos a la vida y al bienestar. En esta confrontación, los grupos hegemónicos y dominantes desde tiempo atrás han tomado la iniciativa, pero ahora en el 2012-2013 han dado un golpe que intenta ser definitivo y radical. Sin embargo, si se analizan someramente los principales rasgos de la iniciativa aparecen contradicciones y limitaciones muy profundas. Seis puntos parecen ser los más importantes en la problemática del actual intento empresarial-gubernamental de reforma. 1. Se trata de una reforma autoritaria y apresurada, y esto último con la clara intención de evitar que surgieran opiniones y debate sobre la conveniencia del proyecto. Fue aprobada en apenas diez días en ambas cámaras, como un mero trámite que violentó los procedimientos legislativos (por ejemplo, cuando se reservan artículos). Esto no solo agravia al Congreso y mancha sus procedimientos, que deberían ser no sólo legales sino ejemplares, sino que además vulnera principios democráticos básicos de una sociedad. México es, como establece la constitución, “una república…democrática.” (Art. 40) y esta reforma contradictoriamente fortalece el clima autoritario y discrecional en la conducción del rumbo del país. Desde el Congreso, un pésimo precedente para los esfuerzos por democratizar la sociedad mexicana y las escuelas e instituciones de todos los niveles educativos, pero también un polo de organización y resistencia que los maestros pueden plantear como parte de la lucha por una elemental democracia en el país. 14