LOS NUBARRONES DE VW EN ALEMANIA LANZAN SOMBRAS HASTA PUEBLA
En Puebla, empleados de proveedoras son los más preocupados por la situación de Volkswagen. También muestran inquietud empresarios de otros sectores. Los trabajadores de la mayor planta que esa armadora tiene en el país, en tanto, viven con incertidumbre pues, a cuentagotas, VW va revelándoles cuáles serán las repercusiones del escándalo en sus bolsillos.
Como aún falta una hora para iniciar la jornada, David se sienta a fumar un cigarrillo en una banca de las que están afuera del Oxxo Parque Finsa, lugar donde más jóvenes esperan, mandan mensajes de voz a sus seres queridos, leen las noticias del periódico local o peinan sus cabellos azabaches hasta quedar impecables.
David, ingeniero veracruzano de 25 años, se mudó a Puebla hace dos años con la esperanza de conseguir un gran puesto en la industria automotriz de la entidad; cosa que no ha sido fácil. Por ahora trabaja en una empresa de monitoreo de calidad, cuyo principal cliente es Volkswagen (VW).
Llegar a Volkswagen es una meta que ha perseguido David desde hace años, pero justo ahora, cuando la firma atraviesa problemas por haber modificado motores de vehículos diésel y las acciones y reputación van en picada, piensa que debe tener un plan b.
No lo sabe de cierto, pero David conoce que el pasado 21 de septiembre las acciones de VW se hundieron 18.60 por ciento en la bolsa de Frankfurt, pérdida que representó más de 15 mil millones de dólares en su valor de mercado.
Como casi todos los trabajadores de la empresa y de las proveedoras, les llegó un memorándum con la información, y donde se detallaba que Volkswagen fue descubierta por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y la Junta de Recursos del Aire de California (EPA y CARB) por manipular vehículos diésel que violan normas ambientales estadounidenses sobre emisión de contaminantes.
Todos los empleados, directos o indirectos, saben que el monstruo alemán podría ser multado hasta por 18 mil millones de dólares, más lo que se vaya acumulando, lo cual podría representar una ola de despidos y una ruptura a la fuente de sus ingresos.
A diferencia de los trabajadores de la empresa de origen alemán, David no cuenta con seguro de gastos médicos mayores, tampoco con el respaldo de un sindicato, ni con mayores prestaciones que las de un seguro social, aguinaldo y otras “migajas del pastel”, situación que pudo constatar este medio al entrevistar a más empleados indirectos de Volskwagen.
Al escuchar la pregunta si la situación de Volkswagen le afecta, David fuma hondo y confiesa sentirse preocupado porque escuchó a sus jefes decir que tendrán vacaciones de tres semanas sin goce de sueldo porque bajará la producción. Lo peor, dice, es que después de dos años pensó que comenzaría a ver la luz de su carrera, sin embargo lo que gobierna su mundo laboral es una espesa oscuridad llena de preguntas sin respuestas que lo envuelven sin paralizarlo del todo.
8 Reflexiones / Octubre, 2015
ECONOMNÍA
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