Reflexiones...para un mundo plural. Reflexiones Volumen 2, número 18 Octubre 2015 | Page 22

Confrontación de castas en Tabasco

La elección para Gobernador de Tabasco en el año 2018 será una competencia de linajes, encarnada entre Adán Augusto López Hernández por Morena, del cual es dirigente estatal, y Federico Madrazo Rojas por el Partido Verde Ecologista, del que también es líder local, en una cioalicón, o candidatura común, con el PRI y Nueva Alianza; a reserva de que ir éstos institutos políticos por separados eventualmente se sumaría Georgina Trujillo Zentella.

Avecina para entonces una literal guerra de clases entre los López Hernández, Madrazo y Trujillo, que aquí tienen su determinante influencia y peso específico entre el colectivo social, los cuales como votantes elegirán por mayoría en las unas al próximo gobernante tabasqueño.

Las demás opciones que pudiesen presentarse con el PRD, Acción Nacional y demás partidos simplemente no representarían competencia alguna entre los votantes, sin que ello implique un desdén.

Sería una puja centrada entre Adán Augusto, Federico y tal vez formaría la tercia Georgina, situación de de éstos dos últimos que sería decantada ante la inminente postulación del sonorense Manlio Fabio Beltrones Rivera como candidato presidencial, quien en el imaginario tiene el plan de apoyar al ahijado para hacer ambos fórmula, por los cargos de Ejecutivo en la Presidencial y la Gubernamental.

Pero el dirigente de Morena también tiene padrino con quien hacer fórmulas para esos cargos de primera magistratura federal y estatal, en la persona de Andrés Manuel López Obrador que ha tomado un segundo despunte, aún mayor a 2006, al encabezar por mucho las preferencias en la intención del voto de los mexicanos, y se robustecerá más conforme transcurran los meses, en un efecto inverso a la pretensión de sus adversarios por descalificarles.

Pero donde mayor impacto en repercusión habrá ese uno de julio de 2018 sería en el nativo Estado de Tabasco, en el que por igual Andrés Manuel se impuso primero ese 2006 a Roberto Madrazo y luego en 2012 a Enrique Peña Nieto, ambos del PRI, con un ´promedio de dos a uno en la votación que consignó en sus estadísticas de lo que entonces fue el Instituto Federal Electoral.

Por ello es que no sería nada descabellado pensar en que pudiera darse el escenario de que Adán se favoreciera por el efecto paisanaje, venido de la contienda federal por parte del líder moral de Morena.

Aunque también, como en la elección de 1994, podría reeditarse en la localidad una división del sufragio, de familias y una consecuente polarización del Estado, en consideración a confrontarse de nueva cuenta los intereses entre Roberto Madrazo y Andrés Manuel López Obrador, el primero en la persona de su hijo Federico, y el segundo con Adán Augusto.

Con los ojos de la escena nacional puestos con particular interés hacia Tabasco por obvias razones, no debería desecharse en lo más mínimo la vertiente de otro conflicto poselectoral a morir, por el orgullo de los dos políticos antagónicos: uno del otro, que en la contemporaneidad son referentes, para bien o para mal, según el ángulo que se le quiera visualizar.

A diferencia de 1994, la definición final de contienda por la gubernatura del Estado transitará a una impugnación ante las instancias máximas, que con la reforma electoral precedente de 1996 dejó de ser política para transitar hacia el ámbito jurídico: los tribunales local y federal, donde éste último ha tenido la decisión última e inatacable en los recientes procesos electivos para todos los comicios, locales y federales, les guste o no a unos y otros.

Eduardo Hernández

Poder Político

22 Reflexiones / Octubre, 2015