Planteamos una forma legal, civilizada y en el marco del proceso electoral: agregar a nuestro voto,, una boleta de petición de revocación del mandato del Presidente de la República.
6 Reflexiones / Abril, 2015 2015
Represión que se ha materializado en encarcelamientos, asesinatos, persecuciones, hostigamiento y campañas de linchamiento en los medios de comunicación contra quienes alzan la voz para defender sus derechos. A la represión se suma el clima de inseguridad y violencia que vive el país dando como resultado una creciente cifra de desaparecidos, secuestrados, asesinados, extorsionados y mexicanos sojuzgados por el crimen organizado que opera con absoluta impunidad en vastas zonas del territorio nacional.
El vendaval de regresiones autoritarias nos ha volcado décadas atrás en materia de libertad de expresión y derecho a la información. Crece impunemente el control del gobierno sobre el conjunto de los medios de comunicación a partir de un aumento exponencial del presupuesto en materia de publicidad, y con acciones de hostigamiento, presión y chantaje a periodistas y empresas de comunicación. El silenciamiento de varios comunicadores en los recientes meses, particularmente el golpe a Carmen Aristegui y el equipo de periodistas que producían el programa de radio más escuchado y crítico de todo el país, marca indiscutiblemente la profundidad de la regresión. No es casual o descuido que el gobierno del Presidente Peña Nieto haya abandonado una de sus promesas de campaña y primeras propuestas como Presidente electo: la de transparentar los recursos públicos destinados al gasto de comunicación y propaganda gubernamental.
Pero aún así, bajo esta conspiración del silencio en contra del derecho a la información, la irritación social es enorme y abarca a prácticamente todos los sectores de la sociedad mexicana. El repudio popular al gobierno del Presidente Peña Nieto asciende día con día y su popularidad está en caída libre desde hace por lo menos un semestre. La fractura moral, la debilidad política, el deterioro institucional y el nivel de incompetencia mostrado, son razones suficientes para exigir a Enrique Peña Nieto que es momento de separarse del cargo de Presidente de la República. De ahí que la realización de un referéndum revocatorio sea una necesidad imperiosa. Es una salida civilizada, inteligente, democrática que cierra toda posibilidad a una salida cruenta a la enorme crisis política, económica y social que vive la Nación; pues se ha estado escalando irresponsablemente una provocación a la sociedad.
Más aún, la revocación del mandato debe ser una herramienta de participación democrática que permita de manera civilizada deponer de su cargo a quien defraudó el voto de la ciudadanía. Incluso consideramos que sería deseable que este fuera un ejercicio determinado por la ley: que a la mitad del mandato, el pueblo votara por la permanencia o no en el cargo del presidente en turno de la República.
Fundamentados en los derechos constitucionales de asociación, libertad de expresión y manifestación de las ideas; de petición; del derecho que en todo momento tiene el pueblo de cambiar su forma de gobierno; y en la supremacía del orden constitucional, convocamos a la ciudadanía que al acudir a votar en las elecciones federales del 7 de junio próximo, haga explícito su reclamo y ejerza una sanción política contra el ejecutivo federal manifestando su determinación de que se vaya del cargo.
Planteamos una forma legal, civilizada y en el marco del proceso electoral: agregar a nuestro voto, manteniendo la secrecía de ese ejercicio, una boleta de petición de revocación del mandato del Presidente de la República.
Al acudir a votar en los próximos comicios federales, le planteamos al votante que al realizar el primer doblez de la boleta electoral, introduzca en ésta la REVOCACIÓN DEL MANDATO DE ENRIQUE PEÑA NIETO COMO PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA.