RECUERDOS: Huellas Impresas en el Alma 002. Mayo. 2013 | Page 47

oficina a la casa, podía sentir el calor de poder llegar a una familia que me esperaba y me confortaba en momentos difíciles, realmente, la vida sonreía de nuevo, sin embargo, un día cualquiera, un correo inesperado me llegó: era Emperatriz, de quien me había olvidado por completo, en realidad, no estaba seguro de querer saber algo de ella y menos en ese momento que mi vida estaba sonriendo de nuevo, sin embargo, acudí a la cita: -¿Por qué me buscas ahora? -No creas que sigo interesada en ti. -De igual forma, no tengo nada que decir ni, que hacer aquí. -Eso demuestra lo cobarde que aún eres, no entiendo ¡como pude fijarme en ti! -Pues lo hiciste, además, tú no sabes todas las cosas que han pasado por mi vida, ¿Cómo te atreves a juzgarme así? -No, no lo sé, y me atrevo, porque no has tenido los pantalones para enfrentarme y decirme lo que realmente ha sucedido, no tengo ningún argumento fuera de mis propias suposiciones -Este asunto no te incumbe, mejor ya me voy. -Espera, tú no te vas de aquí, sin que antes te despidas de mí, me lo debes, te desapareciste como un vil cobarde y ni siquiera un Adiós recibí. -¿Qué dices? Emperatriz realmente me desarmó, no supe que contestar, ni siquiera puedo describir la oleada de emociones que sentí al escuchar esas palabras, no entendía si eran de rabia, impotencia, dolor o vacío, solo me limité a sentir y a seguirle la conversación. 46