RECUERDOS: Huellas Impresas en el Alma 002. Mayo. 2013 | Page 45

intento por escapar a un lugar donde estuviéramos seguros la perdí, su mano soltó la mía y ya no la pude volver a ver, la niebla me impedía divisar el paisaje y no logré dar con su hermosa silueta, empecé a correr como loco en su busca, de repente sentí que de golpe algo me levantó y ya no supe más de mí. Desperté en un hospital al lado de mi padre, lo primero que hice fue llamarla y me dijo que de ella no habían vuelto a saber nada, que estábamos en un hospital de Canadá, ya que me había atropellado un auto y los equipos médicos más especializados que servirían para mi recuperación se encontraban en aquel hospital, solo pude llorar del desespero y la angustia, de nuevo sentía que mis padres me habían fallado, no contentos con el dolor que me había causado su separación, me habían separado de Emperatriz y sin ningún dato, ni información de su paradero, lo último que recordaba de ella era que había soltado mis manos y en un abrir y cerrar de ojos la había perdido. Mi recuperación tardó meses, en ese lapso de tiempo conocí a Tanya, una chica realmente alegre y extrovertida, ahora me pregunto ¿qué hubiera sido de mi sin su presencia durante ese tiempo?, estar en el hospital era aburrido y cuando ya me dieron de alta a la casa grande de mis abuelos, ella era quien llenaba de color los días grises y nevados, ella representó un gran alivio en medio de tanto dolor. Sin embargo, lo más difícil aún estaba por pasar, la empresa de mi padre cayó por completo en la quiebra, él en un intento desesperado por defenderla y sostenerla salió en busca de inversionistas, pero un desafortunado accidente lo arrollo y murió, dejándome en Canadá y mi madre y mi hermano en Colombia, me sentí realmente solo, con mis abuelos yo no tenía buena relación, además quedé en una situación económica precaria, me quedé sin la forma de devolverme a buscar a mi querida Emperatriz, aunque para entonces, Tanya estaba empezando a ocupar su lugar. 44