RECUERDOS: Huellas Impresas en el Alma 002. Mayo. 2013 | Page 39
Esa madrugada no pude dormir, solo pensaba en mi amado y en lo que hubiera
podido ocurrir, ¿Por qué me tenía que pasar esto a mí?, ¿Por qué ahora, justo
ahora que todo estaba marchando tan bien?, Para mí fue difícil dejarlo entrar en
mi corazón y no saber nada ahora me hacía sentir llena de rabia, de impotencia,
de tristeza, quería llorar, quería gritar, quería dar golpes a todo lo que se me
atravesaba en el camino, quería sacar de mi esa incertidumbre frente a lo
ocurrido.
Sentía que mi vida había quedado en el vacío, un día el cielo brilló en un hermoso
paisaje y al otro día me dejó desprotegida bajo una tormenta arrolladora y un
cielo encapotado sobre el paisaje, o al menos así lo creía yo. Sentí que la
amargura cubría mis días y un vacío inmenso se colaba dentro de mí, sentía cómo
el hielo del tiempo rozaba y quemaba mi piel.
Realmente esta fue una época en mi vida bastante oscura, tenía problemas con
todo el mundo, discutía por todo, estaba siempre a la defensiva, le culpaba por
todas mis emociones negativas, incluso hasta llegué a odiarme a mí misma, por
odiarlo tanto a él, a quien consideraba el causante de todo mi dolor y mi desdicha.
De pronto, después de haberme hecho tantos reproches y tantas autocríticas, sentí
una voz dentro de mí, era una voz angelical, tierna e inocente, la voz de mi niña
interior me pedía a gritos atención, estaba tan llena de dolor y tan cansada de
sufrir, que decidí escucharla, dentro de mi ser se formó una discusión y me dijo:
-Deja de lamentarte por lo que pasó, deja de castigarme sin caramelos ni
diversión, la vida nos está enseñando todo el tiempo y tú eres quien debe buscar
la respuesta de esta lección, si no la comprendes ni la aprendes bien aprendida,
estarás condenada a repetirla.
-¿Cómo rayos puedes hablarme de lecciones si es a mí a quien han herido, a quien
han abandonado?, ¿Qué no sientes mi dolor, que no te das cuenta te mi angustia?
38