TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Los trastornos alimenticios en niños y adolescentes más frecuentes son la anorexia, bulimia, trastorno por atracón, pica, ingesta selectiva y rumiación. Aunque la alimentación es una función básica del ser humano, desde el momento de nacer, las personas elegimos cómo y cuándo ingerir alimentos, por lo que se convierte en un modo de comunicación, sociabilización, etc.
La obsesión con el peso afecta a millones de adolescentes de hoy, especialmente a las muchachas que se acaban de desarrollar, siendo un problema que se puede prolongar durante toda la juventud.
Se dice que una de cada siete mujeres tiene un desorden alimenticio o está luchando contra un trastorno alimentario. Un estudio reveló que el 36% de las adolescentes – más de una de cada tres – creían que tenían sobrepeso, mientras que el 59% estaban tratando de perder peso.
Los trastornos alimenticios, incluyendo la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, son trastornos psicológicos que implican trastornos extremos en el comportamiento alimenticio.
Un adolescente con anorexia se niega a permanecer en un peso corporal normal. Alguien con bulimia ha repetido episodios de comer compulsivamente seguido de comportamientos compulsivos como vómitos o el uso de laxantes para eliminar los alimentos.
Tipos de trastornos alimenticios:
Anorexia.
Normalmente, esto implica un miedo extremo de ganar peso o un temor a engordar. A pesar de que estos individuos pueden ser muy delgados o incluso peligrosamente bajo peso, se ven a sí mismos como "gordos". Ellos pueden tratar de alcanzar o mantener lo que ellos piensan que es su peso corporal ideal, literalmente muriéndose de hambre. También podrán ejercerse en exceso. Otros pueden comer cantidades excesivas de alimentos en una sola sesión y luego tratar de deshacerse de la comida y las calorías de su cuerpo, obligando a sí mismos a "vomitar" o por el mal uso de laxantes o enemas.
La bulimia.
Al igual que la anorexia, la bulimia también incluye los temores de tener exceso de peso. Pero también incluye períodos ocultos de comer en exceso (atracones), que pueden ocurrir varias veces a la semana o incluso varias veces al día. Mientras comen en exceso, las personas pueden sentirse completamente fuera de control.