REBELIÓN EN LA GRANJA Rebelión en la Granja-George Orwell | Page 98

muchas veces tenían hambre y frío, y generalmente estaban tra- bajando cuando no dormían. Pero, sin duda alguna, peor había sido en los viejos tiempos. Sentíanse contentos de creerlo así. Además, en aquellos días fueron esclavos y ahora eran libres, y eso representaba mucha diferencia, como Squealer nunca se ol- vidaba de señalarles. Había muchas bocas más que alimentar. En el otoño las cua- tro cerdas tuvieron crías simultáneamente, amamantando, entre todas, treinta y un cochinillos. Los jóvenes cerdos eran mancha- dos, y como Napoleón era el único verraco en la granja, no fue difícil adivinar su origen paterno. Se anunció que más adelante, cuando se compraran ladrillos y maderas, se construiría una es- cuela en el jardín. Mientras tanto, los lechones fueron educados por Napoleón mismo en la cocina de la casa. Hacían su gimnasia en el jardín, y se les disuadía de jugar con los otros animales jóvenes. En esa época, también se implantó la regla de que cuando un cerdo y cualquier otro animal se encontraran en el camino, el segundo debía hacerse a un lado; y asimismo que los cerdos, de cualquier categoría, iban a tener el privilegio de ador- narse con cintas verdes en la cola, los domingos. La granja tuvo un año bastante próspero, pero aún andaban escasos de dinero. Faltaban por adquirir los ladrillos, la arena y el cemento necesarios para la escuela e iba a ser preciso ahorrar nuevamente para la maquinaria del molino. Se requería, además, petróleo para las lámparas, y velas para la casa, azúcar para la mesa de Napoleón (prohibió esto a los otros cerdos, basándose en que los hacía engordar) y todos los enseres corrientes, como herramientas, clavos, hilos, carbón, alambre, hierros y bizcochos para los perros. Una parva de heno y parte de la cosecha de pata- tas fueron vendidas, y el contrato de venta de huevos se aumentó a seiscientos por semana, de manera que aquel año las gallinas apenas empollaron suficientes pollitos para mantener las cifras al mismo nivel. Las raciones, rebajadas en diciembre, fueron 98