REBELIÓN EN LA GRANJA Rebelión en la Granja-George Orwell | Page 32
de nuestros lomos desaparecerán los arneses.
Bocados y espuelas serán presas de la herrumbre
y nunca más crueles látigos harán oír su restallar.
Más ricos que la mente imaginar pudiera,
el trigo, la cebada, la avena, el heno, el trébol, la alfalfa
y la remolacha serán sólo nuestros el día señalado.
Radiantes lucirán los prados de Inglaterra
y más puras las aguas manarán;
más suave soplará la brisa
el día que brille nuestra libertad.
Por ese día todos debemos trabajar
aunque hayamos de morir sin verlo.
Caballos y vacas, gansos y pavos,
¡todos deben, unidos, por la libertad luchar!
¡Bestias de Inglaterra, bestias de Irlanda!
¡Bestias de todo país y clima!
¡Oíd mis gozosas nuevas que cantan un futuro feliz!
El ensayo de esta canción puso a todos los animales en la
más salvaje excitación. Poco antes de que Mayor hubiera finali-
zado, ya se habían lanzado todos a cantarla. Hasta el más estúpi-
do había retenido la melodía y parte de la letra, mientras que los
más inteligentes, como los cerdos y los perros, aprendieron la
canción en pocos minutos. Poco más tarde, con ayuda de varios
ensayos previos, toda la granja rompió a cantar «Bestias de In-
glaterra» al unísono. Las vacas la mugieron, los perros la aulla-
ron, las ovejas la balaron, los caballos la relincharon, los patos la
graznaron. Estaban tan contentos con la canción que la repitie-
ron cinco veces seguidas y habrían continuado así toda la noche
de no haber sido interrumpidos.
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