TRANQUILO
PODEMOS ENCONTRAR
PAZ
CAROLINA MUÑOZ
¿
Sabías que el sacrificio de Cristo además de
permitirnos acercarnos al Padre, también
ayudó a que pudiéramos encontrar paz? ¿no es
esto lo que todos buscamos en algún momento? Nuestra
vida está llena de emociones positivas y negativas, y
creo que una de las sensaciones más geniales es sentir
que todo está bajo control y poder estar tranquilo con
eso.
En el libro de Isaías 53:5, nos habla de que Dios enviaría
a su hijo y lo entregaría en sacrificio para traer paz a
nuestras vidas.
“Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones. Fue
golpeado para que nosotros estuviéramos en Paz;
fue azotado para que pudiéramos ser sanados”.
Pero, para experimentar esta sensación tan rica, ¿te has
preguntado qué debemos hacer como cristianos? ¿Cuál
es nuestro trabajo? ¿Alguna vez has experimentado la
paz no siguiendo la voluntad de Dios?
Sentir la paz de Dios implica necesariamente buscar
y hacer Su voluntad ya escrita en la Biblia, significa
mantener una vida de servicio hacia Él, buscar intimidad
con Dios orando y estudiando fervientemente Su
palabra.
En la carta de los Filipenses 4:6-7, viene una inclusión
de cómo podemos sentir la paz: “No se preocupen por
nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo
que necesitan y denle gracias por todo lo que él
ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que
supera todo lo que podemos entender. La paz de
Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan
en Cristo Jesús”.
Pero también tenemos que entender que nada ni nadie
podrá quitarnos la bendición de tener paz en nuestras
vidas. Quienes no conocen a Cristo o el diablo mismo,
buscará alejarnos y no dejarnos tener intimidad con el
Señor, pero si Dios ya puso en nuestro corazón el deseo
de buscarlo y alcanzar esta tranquilidad completa,
debemos confiar que será Él mismo quien nos cuidará y
nos guardará en todo momento.
“Porque los montes se moverán, y los
collados temblarán, pero no se apartará
de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz
se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene
misericordia de ti”.
Te invito a que busques y vivas en esta paz, deja que
el Espíritu de Dios reine en tu vida, y confía que, en
todo momento, inclusive mientras descansamos, Dios
está arreglando todo conforme a lo que Él quiere para
nosotros.
En el libro de Isaías 54:10, nos muestra su misericordia,
su pacto de paz con nosotros:
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