La película es bastante convencional en su desarrollo, con la introducción, el nudo y el desenlace bien marcados, pero no es para nada un típico filme que te sueles encontrar a menudo en la
televisión o en el cine. El director Dan Gilroy, en
su opera prima, se encarga con cada escena de
hacernos sentir y entender al personaje de Gyllenhaal, las fuertes escenas de los crímenes pasan a
segundo plano dado a que el director se enfoca
en Lou, en cada momento el plano es de él, las
expresiones que el actor entrega dicen todo para
completar las escenas y es que en esta Gyllenhaal
se sale.
En películas como Jarhead y Zodiac, el actor
entrega actuaciones que están a la altura de los
filmes, pero en esas ocasiones —y en especial
en Zodiac— las películas destacan más que sus
actores, pero en esta ocasión Jake se roba el protagonismo haciendo del filme su show. Muy parecido es al caso de la película ‘The Figther’ del
2010 protagonizada por Mark Wahlberg y Christian Bale, donde este último siendo un personaje
secundario se roba la atención al completo. Eso
mismo es lo que ocurre con este filme, exceptuando que Jake Gyllenhaal sí es el protagonista de la
historia. Gilroy sabe que Gyllenhaal ofrece un pedazo de actuación por lo que la aprovecha, obteniendo como resultado un filme que se disfruta de
principio a fin, sintiéndose incluso algo corto.
Pero no todo es bueno, Nightcrawler peca por lo
mismo que se destaca. Lou Bloom gracias a la
actuación de Gyllenhaal, hace que los demás personajes cumplan solo funciones específicas sin
lograr realmente aportar o tratar de equipararse a
la actuación del actor principal. Tenemos a Nina,
directora de noticias del turno nocturno que es el
personaje que simpatiz