EDITO
VÍA ELECTORAL ES INDISPENSABLE PARA RECOMPO
Gran parte del problema venezolano es el constructo
institucional para aplicar soluciones, sobre todo en los
actuales momentos que vivimos, porque mientras no
exista armonía para gerenciar los resultados prácticos
sino pugnas, las medidas se dificultan.
Un método diferente al precepto democrático sería la
aplicación de la fuerza para unificar institucionalmente
la República; sin embargo, hasta ahora la proposición
carece del apoyo de las parcialidades de forma absoluta,
por lo cual se torna imposible su ejecución para generar
rutas de solución.
Por una y otra razón, volvemos al planteamiento electoral
para definir el juego. No es ilógico, es una lógica
de destranque. Quienes se oponen a esta vía, por diversas
razones, lamentablemente no proponen otra lógica
o contra-propuesta, y dejan el estancamiento y los problemas
sin resolver; definitivamente, esa no es una
opción para la mayoría de los venezolanos.
Sin instituciones es imposible responder a la crisis, y
el solo hecho de plantear los problemas no los encamina
para ser resueltos; más allá de la voluntad contenida
en actores determinados, las trabas en el poder estatal
hacen inviables las políticas para afrontar la crisis. Ejemplo
de ello es la llegada de los buques con gasolina de
Irán; su llegada a Venezuela fue casi un casus belli y
solo era una transacción regular del comercio internacional.
Ahora bien, es posible pedirle a Nicolás Maduro apartarse
y, de este modo, desaparecer los problemas para
la instalación de un nuevo gobierno, lo cual es una situación
inexistente, porque ninguno de los bandos puede
imponérsele al otro de forma tajante. A esta circunstancia
la denominamos empate catastrófico desde el punto
de vista pesimista; también se llamaría equilibrio de
fuerzas, al considerar tal condición como la oportunidad
para lograr una mayor pluralidad y entendimiento en
la sociedad, porque a nadie le conviene el estancamiento,
las tensiones y la crisis.
¿En este punto, qué nos queda? Lo único disponible es
construir una institucionalidad para avanzar hacia otro
estadio y prescindir del suma cero, lo cual, hasta ahora,
nos tiene subsumidos en un deterioro gigantesco.
Requerimos “resetear” la realidad política venezolana
para iniciar un proceso de mediación y de planes e inyección
de recursos. Esa es nuestra lógica y, obviamente,
respetamos las demás posiciones, no obstante, exten
@elgu