QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 85

Como la cera. —¡Ay, Dios! —se estremeció con los ojos desorbitados. —¿Qué te pasa? Su amigo se lo soltó igual que una bomba: —¡Tu madre y la mía se veían hoy para no sé qué cosa! Ahora sí, el mundo acabó de hundirse bajo sus pies.