QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 69

—¿Sábado? Ni me acordaba. Bien, bien. «Padres al poder». «¡Huelga!». «Abajo la dictadura de los insolidarios». Allí el único «insolidario» se suponía que era él. —Mam… —Mira, Felipe —ahora sí su madre movió la cabeza para verle, pero sin alterarse, sin enfadarse, con toda naturalidad—. Haz lo que quieras, no tienes que pedir permiso para nada. —¿Ah, sí? —Lo que tú quieras. —¿Todo? —Todo. Parecía un regalo de los dioses, el sueño de todo niño, y sin embargo sonaba a catástrofe. Un mundo sin leyes ni autoridad paterna. O sea… el caos. Despertar a cualquier hora, tener que hacerse el desayuno, la comida y la cena, no encontrar la camiseta limpia en el armario, olvidarse de la consola… —Bueno, ya vale —se rindió—. ¿Vas a decirme