QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 63
—Veamos… —ella se puso de cara a él sin
cambiar de posición, las piernas dobladas sobre el sofá
—. ¿Quieres cenar?
—Sí.
Ella le cogió el brazo derecho.
—¿Qué es esto? —preguntó.
—Mi brazo.
—¿Y esto? —sostuvo su mano.
—Mi mano —dijo él sin entender nada.
—Y a ver… —se puso a contarle los dedos—.
Uno, dos, tres, cuatro… y cinco. ¿Correcto?
—Sí.
Le cogió el otro brazo, el izquierdo.
—¿Te parece a ti que este es igual?
—Sí.
—¿O sea que tienes dos brazos, dos manos y
veinte dedos, y todo funciona correctamente?
—Sí —Felipe tragó saliva, empezaba a
comprender por dónde iban los tiros.
—Pues mira tú —la mujer hizo un gesto de lo más
evidente—. Tienes lo necesario para hacer de todo,
como por ejemplo la cena.