QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 53
—Oh, he empezado hoy. Engancha mucho,
¿sabes? No me extraña que no hagas nada más que
jugar con ella.
—Yo no hago eso —se defendió Felipe.
—No, si está bien —comentó su padre
encogiéndose de hombros—. No todo el mundo puede
ser arquitecto o médico. A lo mejor te conviertes en
campeón mundial de matar marcianitos.
Aquello era el colmo.
—Papá, ¿te encuentras bien?
—De fábula —le dio un enorme bocado a la pizza
y masticó con energía—. Ya tengo ganas de acabar de
comer para volver a jugar. ¡Seguro que llego al millón y
cuarto!
—¡Papá!
—¿Qué?
—¿No vas a trabajar?
—No, hoy no. Tengo la tarde libre, ¿por qué?
—Podríamos ir a alguna parte.
—Huy, no, no puedo.
Era la misma conversación que habían mantenido
una semana antes, solo que al revés.