QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 31

—Pero como no lo hay… Decidió irse al otro lado, para que no le marcara Ángel. Lo malo es que en el otro lado estaba el bestia de Josema, que le sacaba un palmo y cuando lanzaba la pierna nunca sabía si iba a darle a la pelota o al rival. Felipe lo comprobó cuando se la hundió en el estómago. Tuvo que retirarse a la banda a recuperar el aliento. Por suerte, cinco minutos después, la madre de Josema se presentó en el parque pegando gritos y se lo llevó casi a rastras. La madre medía dos palmos menos que Josema, así que la escena fue muy interesante. Su nuevo marcador era Miguelito, un canijo. Por fin pudo jugar más. Ya estaban dos a dos. Pero siguió siendo una pésima mañana. Obdulio, al que todos llamaban Obiuankenobi, le sirvió un gol en bandeja. No tenía más que empujar el balón a la red pero… a un metro de la línea de gol lo mandó a las nubes. Felipe se quedó mirando el suelo, buscando la maldita piedra causante de aquel desaguisado.