QUERIDO HIJO ESTAMOS EN HUELGA Querido_hijo__estamos_en_huelga_-_Jordi_Sierra_i_F | Page 30
o fue la mejor de las mañanas.
Más bien fue asquerosa.
Los dos que más sabían jugar al fútbol, Javi y
Andrés, eran los que siempre escogían, y a él le
escogieron el penúltimo, como si fuera un torpe o no le
quisieran. Encima, Ángel estaba en el otro equipo y le
dio por marcarle.
A la primera entrada, Felipe se fue al suelo.
—¡Eh, bestia! —protestó.
Su amigo puso cara de inocente.
A la segunda entrada, más que irse al suelo voló
por los aires.
Se dio un leñazo de mucho cuidado en el trasero, y
contra la parte más dura y pedregosa del campo.
—¿Se puede saber de qué vas hoy? —se quejó
Felipe.
—En el campo no conozco ni a mi padre —le soltó
Ángel.
Eso lo habían oído hacía unos días de boca de
Pedrinho, la estrella del equipo local.
Todos le habían aplaudido.
—Si hubiera árbitro te expulsaría —dijo Felipe.
N